Vinculación

La gestión del desarrollo y la integración regional

Martes 3 de octubre de 2017 / Actualizado el miércoles 4 de octubre de 2017

Fue el eje de un curso de posgrado correspondiente a la Especialización en Vinculación Tecnológica y Desarrollo Productivo.

La gestión del desarrollo y la integración regional constituye uno de los ejes abordados y problematizados en la formación en Vinculación Tecnológica y Desarrollo Productivo de la UNL, que ya transita la cuarta cohorte. El curso fue dictado por José Vigil, docente Facultad de Ciencias Económicas de la UNL. Acerca de la propuesta del curso Vigil explicó “se trata de recorrido ameno y llevadero, pero crítico, hacia los enfoques teóricos y los conceptos elementales sobre los cuales se ha construido el esquema regionalista del desarrollo, es decir, los enfoques que prestan particular atención a la dinámica espacial regional de los procesos de acumulación y distribución de riqueza”.

A lo largo de la instancia de formación se hizo referencia al modo en que se habla de desarrollo “regional” (o local, o territorial) en términos de identificar procesos que ocurren a nivel subnacional, que puede tratarse de una provincia, una ciudad, un barrio, como también una red de actores empresariales de dos o tres ciudades o dos o más provincias. En ese sentido, amplió: “Los analistas que prestaban atención a estas dinámicas subnacionales fueron mostrando que en verdad podían formular un paradigma regional del desarrollo que indicaba que la capacidad transformadora tomaba su fuerza desde el pie, desde abajo, desde el territorio, desde lo parroquial, desde lo local, desde lo regional. Eso es precisamente lo que queremos discutir”, por cuanto el docente se pregunta: “¿Qué aporta al desarrollo la discusión de lo regional? ¿Es el desarrollo regional un paradigma?”. En la revisión crítica a estas ideas y enfoques, en búsqueda de respuestas colectivas, se centró el recorrido y el propósito del curso.

El debate del desarrollo regional

Profundizar en el debate del desarrollo regional implica introducirse en una variedad, muy amplia y diversa de escuelas de pensamiento y posiciones teóricas, incluso muy opuestas entre sí. Vigil destacó que un elemento común de estas escuelas, quizás sea su excesiva preocupación por lo que los analistas llaman la articulación local o regional de actores económicos, de instituciones, de organismos estatales; refiriendo a local o regional como similar a próximo, cercano, o incluso parroquial.  “Existe una especie de consenso en el debate regionalista de generar herramientas políticas que mejoren, por ejemplo, la articulación de los actores locales, o la circulación de información para generar innovación local, o la gestión para mejorar la oferta institucional local hacia las empresas, etc. No hay nada malo en eso. Al contrario”, subrayó. Asimismo, puso en valor dichos aportes al debate regionalista, subrayando  sin embargo, la necesidad de avanzar con otras discusiones. Entre ellas mencionó: “una discusión rezagada refiere a la relación del debate regionalista con el rol del Estado Nacional y su habilidad de modificar o direccionar procesos de acumulación y distribución. De hecho el regionalismo nació en buena medida como reacción a la sofocante presencia del Estado Nacional. Aunque la relación entre el regionalismo y el Estado Nacional no ha sido debidamente abordada, y considerando que América Latina y Argentina, en particular,  tienen cierta fobia a hablar del Estado Nacional, el regionalismo debe retomar esta discusión”, enfatizó.   

El rol del gestor del desarrollo

En correlato con la formación en gestión  de los procesos que se vinculan a la ciencia y la tecnología, se abordó el rol de un buen gestor del desarrollo regional, entendiendo por ello a quien (generalmente del ámbito público) gestiona, despliega o aplica programas de desarrollo regional y que tienen mayormente la función de articular en terreno esos programas con los actores interesados, y debería poder visualizar las dinámicas que eventualmente atraviesan los espacios regionales que gestionan. Ello permitiría poner en perspectiva y una cuota más de realismo las potencialidades verdaderas de la capacidad transformadora de lo local. “Por ejemplo - indicó Vigil – concretamente, la habilidad de una empresa para innovar puede depender en buena medida de la oferta institucional local que favorezca los procesos de agregado de valor de la empresa. Pero sin comprensión y sin vinculación con el esquema de acumulación nacional y global le será difícil a la empresa colocar sus productos en los mercados externos, y generar procesos de acumulación, mientras que al gestor le será mucho más difícil generar procesos de distribución”.

Especialización en vinculación y gestión de la tecnología

La Especialización ofrece la formación de profesionales con compromiso, responsabilidad social y capacidad de contribuir con el desarrollo socioeconómico de sus territorios a partir de una activa participación en los sistemas de innovación regionales (SIR). Para ello, brinda competencias relacionadas a la gestión y valoración del conocimiento, como también en la promoción de procesos de innovación, tanto en el campo productivo como social. Se dicta a lo largo de tres cuatrimestres y está estructurada en cuatro grandes componentes: un ciclo de formación básica, de carácter obligatorio; un ciclo de formación especializada; una experiencia de práctica profesional y un trabajo final integrador. Cabe destacar que la propuesta de cursos individuales, en su mayoría es abierta a profesionales, investigadores, académicos y  público interesado. 

Contacto

Para mayor información sobre la propuesta de cursos se puede acceder AQUI;  o vía mail a gtec@unl.edu.ar.

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