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En el marco del 95° Aniversario de la Universidad Nacional del Litoal (UNL) y de la Facultad de Ciencias Jurídicas y Sociales (FCJS), se realizó un acto homenaje a Pablo Vrillaud, líder protagonista de la Reforma Universitaria de 1918 y de la creación de esta Casa de Estudios.

La actividad tuvo lugar el pasado viernes 3 de octubre por la tarde, en el Patio Oeste de la FCJS, donde se descubrió, en una de las paredes, un fragmento del discurso que dio Vrillaud en el acto inaugural de la Facultad en 1919.

Además, participó la Orquesta de la Escuela de Música del Liceo Municipal, dirigida por la Prof. María Soledad Gauna, con un exquisito repertorio que invitó a disfrutar del homenaje y de la recuperación de uno de los patios más embremáticos de la Universidad.

Un joven referente

Pablo nació en 1897, en Las Toscas (Pcia. de Santa Fe) pero desde muy pequeño su vida transcurrió en la ciudad de Reconquista, adonde volvía como siempre, en su último y fatídico viaje. Fue un lírico revolucionario, un romántico de la acción, un personaje que reunió en sí las facetas más destacadas de sus congéneres protagonistas de la Reforma Universitaria : el idealismo a ultranza y la pureza de intenciones.

En el año 1916, mientras terminaba el secundario en el Colegio Nacional de Santa Fe, firma una resolución de una asamblea realizada en la Biblioteca Cosmopolita con la presidencia del doctor Manuel Menchaca, donde se intercambiaron ideas sobre los caminos conducentes a conseguir una mejor universidad nacional.

En 1918 se incorporó como estudiante de Derecho a la entonces Universidad Provincial de Santa Fe. En ese año, recién iniciada su carrera universitaria, fue enviado como delegado al Congreso Nacional de estudiantes de Córdoba, y cuando regresó a Santa Fe fue elegido presidente de la Federación Universitaria del Litoral. 

En 1921 integró, junto a otros cuatro estudiantes y por decisión unánime, la delegación al 1º primer Congreso Internacional de Estudiantes realizado en Méjico. A su regreso, en 1922, también por consenso de todas las federaciones del país, Pablo fue elegido presidente de la Federación Universitaria Argentina, trasladándose a Buenos Aires, donde luego terminado su mandato regresó a Santa Fe y reanudó sus estudios de abogacía, además de ser nombrado director de la Biblioteca de la Universidad.

Faltándole una materia para la obtención de su título de abogado, el 13 de septiembre de 1925 murió a los 28 años en un accidente automovilístico. Los diarios del país y del extranjero publicaron notas sobre la personalidad de Pablo y su actuación como luchador por la Reforma Universitaria, como poeta y como orador reconocido.