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En una mañana ideal, la Escuela Primaria de la Universidad Nacional del Litoral (UNL) abrió este miércoles sus puertas en sus nuevas instalaciones de 9 de Julio 2852. Niños de diferentes grados expectantes en la puerta, padres aún más curiosos, docentes conteniendo expectativas y autoridades universitarias y de los gobiernos provinciales y municipales fueron el marco de un emotivo acto de inauguración.
“Que la escuela primaria tenga su propio edificio es la concreción de un proyecto de muchos años. Hoy es un día de júbilo. He tenido la suerte de ser parte de acontecimientos que se transforman en bisagras en el crecimiento de esta institución”, expresó en el discurso inaugural el rector de la UNL, Albor Cantard. Y reafirmó: “Estamos ante uno de esos hechos históricos y en un momento que va a ser recordado por muchos años como una de esas instancias claves en la historia de la Universidad”.
“En este acto nuestra universidad está volviendo realidad un sueño que comenzó a pensar hace más de 20 años y que construyó poco a poco, esfuerzo tras esfuerzo e idea tras idea”, sintetizó Cantard.
En el año 1988 la UNL abría su jardín maternal que fue el puntapié inicial de una nueva forma de ver la educación inicial. Hace cinco años, en septiembre de 2006, se materializaban los anhelos de la UNL de completar todos los niveles educativos y ofrecer una educación integral, a través de la creación de la Escuela de Nivel Inicial y Primario, con la voluntad de pensar el sistema educativo en total articulación entre sus diferentes niveles. En marzo de 2007, finalmente la UNL tenía sus primeros alumnos de 1er grado.
Hoy la casa de estudios cumplió otro sueño: que esa escuela primaria tenga el edificio propio. Las nuevas instalaciones están ubicadas en 9 de Julio 2852, donde anteriormente se alojaban la Obra Social de la UNL, la Librería y las cocheras universitarias. El edificio fue totalmente refuncionalizado para cubrir la necesidades de la comunidad escolar. La inversión realizada fue de $2.420.368.
Además del rector, presidieron el acto la directora de la escuela, Laura Corral; el director de Obras y Servicios Centralizados, Marcelo Saba y el intendente de Santa Fe, Mario Barletta.

La historia en el presente
“Seguramente los futuros alumnos de esta escuela, probablemente los hijos de los que hoy lo son, para quienes este edificio ya sea cotidiano, escucharán relatos nostálgicos de cuándo éramos poquitos y empezamos en una casa que tenía pileta y cuando esa casa nos quedó chica tuvimos que abrir una puerta en la medianera y usar el patio de la vecina. Y luego nos tuvimos que volver a mudar a otro lugar y todos los trastornos que esto implica, hasta esta nueva casa”, relató Laura Corral.
“Pero ahora que el tiempo todavía no hizo su trabajo podemos dimensionar y valorar en su justa medida lo que fue este proceso, por eso debemos agradecer a todas las autoridades y personas que hicieron posible este sueño real”, culminó.
En este sentido, Barletta consideró que “sin lugar a dudas, si hay algo por lo que los santafesinos debemos sentir un enorme orgullo es por haber sido y seguir siendo pioneros de los procesos educativos, que sin lugar a dudas son los que hacen grandes a las sociedades y a los pueblos”. Además, el intendente mencionó que la Municipalidad de Santa Fe regalará un piano a la Escuela Primaria de la UNL para contribuir a fortalecer su crecimiento.

El nuevo edificio
Durante estos años la necesidad de un edificio propio para la sede de la escuela se evidenció en una constante búsqueda con la idea de evitar el alquiler de inmuebles que, lejos de adaptarse a los requerimientos físicos y funcionales de una escuela, conllevan a realizar recurrentes intervenciones edilicias con sus correspondientes costos elevados y esfuerzos constantes.
Luego de diferentes gestiones con el objetivo de conseguir instalaciones definitivas, en el año 2010 el Consejo Superior de la UNL aprobó por unanimidad la nueva localización, construcción y traslado de la Escuela Primaria al edificio de 9 de Julio 2852.
El terreno en el que se emplaza el edificio de la Escuela supera los 1.600 metros cuadrados y contó, en una primera etapa de ejecución, con el desmantelamiento de lo que fueran las instalaciones de la obra social, la librería y las cocheras.
A la luz de un proyecto educativo y pedagógico que piensa en una enseñanza que incorpora a los niños en la construcción del conocimiento, es que necesariamente se requiere de determinadas características edilicias que permitan desarrollar esa estrategia metodológica organizada a partir de una jornada extendida.
En este sentido, el proyecto definió la necesidad de aulas espaciosas y funcionales, comedor, laboratorios, taller de música que albergue los instrumentos, taller de plástica con las instalaciones requeridas y demás ámbitos que contempla el ambicioso programa educativo. Así se alcanzaron la construcción de 14 aulas (4 en planta baja, 5 en primer piso y 5 en segundo piso) con capacidad para 25 o 30 alumnos cada una, espacios administrativos y de dirección estratégicamente ubicados, un salón de usos múltiples y servicios complementarios, patios unidos con las aulas por escaleras amplias y de buena circulación y halls.
En cada piso se configura un hall con circulaciones verticales (escalera y ascensor) que responden a los estándares exigidos respecto de las normas de seguridad y accesibilidad y sectores de apoyo y servicios sanitarios.