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El cuidado de los pacientes es la esencia de la profesión de enfermería. Esta vocación, que requiere un alto grado de compromiso personal y formación profesional, está orientada a la conservación, restablecimiento y autocuidado de la vida, y se fundamenta en la relación terapéutica enfermera/o-sujeto de cuidado.
Hoy, en el contexto de la pandemia por COVID-19, el profesional enfermero ejerce su labor en la trinchera del sistema de salud, se encuentra en la delgada línea salud-enfermedad: son quienes ejecutan las prescripciones médicas y hacen el soporte terapéutico-emocional del paciente desde el primer momento.
Mientras que las recomendaciones para protegernos del virus nos indican que permanezcamos en nuestras casas o mantengamos un metro de distancia con otras personas si salimos a la calle, un ejército silencioso de enfermeras y enfermeros tienen a su cargo la tarea de estar cerca de los pacientes infectados para tomarles la temperatura o la presión, suministrarles la medicación e inclusive asearlos.
A pesar del estrés por las largas horas de trabajo, las desinfecciones permanentes, y el miedo de contagiar a sus familias, cada uno de ellos no dudará en aplicar sus conocimientos para llevar alivio y menguar los efectos de esta enfermedad a sus pacientes.
“El rol que cumplimos las enfermeras y enfermeros es clave en la pandemia que estamos sufriendo. Es como si estuviéramos en una guerra y somos nosotros los que estamos en la línea de fuego, el profesional de enfermería es el encargado de hacer el triage, que es el protocolo de selección y clasificación de pacientes que se emplea en este tipo de emergencias. El o la enfermera designada tiene que evaluar las prioridades de atención de acuerdo con las necesidades terapéuticas y los recursos disponibles del nosocomio”, explica Griselda Stahl, coordinadora y docente de la carrera de Licenciatura en Enfermería de la Facultad de Bioquímica y Ciencias Biológicas, y de la Facultad de Ciencias Médicas de la Universidad Nacional del Litoral.
Por otro lado Stahl afirma: “Es paradójico, porque a principio de este año, en Argentina se proclamaba un debate sobre el reconocimiento del enfermero como profesional, y hoy se lo distingue como un eslabón vital en la lucha contra esta pandemia”.
 
Advertencia de la OMS
En el marco de la semana en que se conmemora el Día Mundial de la Salud, los enfermeros y enfermeras son protagonistas indiscutidos, pero un informe de la Organización Mundial de la Salud (OMS) revela que la cifra actual sigue con un déficit mundial de 5,9 millones de profesionales para cubrir las necesidades de atención para la población global.
«Los profesionales de enfermería son la columna vertebral de cualquier sistema de salud. Hoy en día, muchos de ellos se encuentran en primera línea en la batalla contra la COVID-19. Este informe constituye un claro recordatorio del papel insustituible que desempeñan y una llamada de atención para asegurar que reciben el apoyo que necesitan para salvaguardar la salud del mundo”, dijo Tedros Adhanom Ghebreyesus, director general de la OMS.
 
2020: Año de la Enfermería
Este año se cumple el bicentenario del nacimiento de Florence Nightingale (12 de mayo 1820 -13 de agosto 1910), enfermera, escritora y estadista británica, considerada precursora de la Enfermería Profesional moderna, fue quien sentó las bases de la profesionalización de la Enfermería estableciendo la primer escuela en 1860. En su homenaje el Consejo Ejecutivo de la Organización Mundial de la Salud (OMS) aprobó la propuesta para declarar el año 2020 como el Año de la Enfermería.
 
Link OMS: https://www.who.int/es/news-room/detail/07-04-2020-who-and-partners-call-for-urgent-investment-in-nurses