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El reconocido economista y político argentino Aldo Ferrer disertó en la FCE en el marco del acto de apertura del Año Académico 2014. Más de 600 estudiantes, docentes, graduados y funcionarios provinciales y municipales, participaron de la impecable exposición sobre la situación actual de la economía argentina y las perspectivas a mediano y largo plazo.
Con el compromiso que lo caracteriza, el diplomático destacó el ámbito universitario como lugar privilegiado para poder pensar el país ante el escenario económico actual; mirar la realidad con lucidez e iniciar procesos de transformación que respondan a nuevos desafíos.
“Nos encontramos frente a un momento de cambio. El sistema internacional se transforma, la crisis financiera internacional no termina de resolverse, el orden global experimenta situaciones de emergencia de nuevos centros de gran dinamismo. Y en ese escenario aparecen mecanismos que dan protagonismo a nuevos actores pero que no logran estabilizarlo y muestran un cuadro incierto”, analizó el economista.
“Sin embargo –advirtió– en ese escenario global la suerte de cada país dependerá de lo que cada uno pueda hacer por sí mismo. El futuro es determinado desde afuera para quienes no están en el comando de su propio destino. Cuando lo hacen tienen posibilidades de construir proyectos nacionales capaces de transformarse, incorporar la ciencia y el conocimiento y lograr la inclusión de todos los actores sociales”.
En este sentido advirtió que “el desarrollo es un desafío nacional, donde el Estado debe respetar la capacidad de la sociedad de integrar a sus agentes y ser capaz de estabilizar las estadísticas y el orden institucional”•.
Tras enumerar las consecuencias y el deterioro de la Argentina por haber adoptado recetas neoliberales, situación que devino en un desequilibrio macroeconómico y el sometimiento a la deuda y su refinanciamiento, Ferrer expresó que luego de la gran crisis el escenario empezó a modificarse.
“El desendeudamiento fue uno de esos cambios. Comenzaron a acumularse reservas y se fue recomponiendo la situación financiera del país. Se movilizó el tipo de cambio y se creó una nueva situación de un Estado parado en sus propios recursos, que se empezaba a financiar con sus propios medios y que no necesitaba pedir plata afuera para arreglar sus cuentas. Este hecho fue sinónimo de una recuperación de la soberanía nacional”, manifestó.
“Cuando se tienen las cuentas en orden y un presupuesto sólido se pueden tomar decisiones. En Argentina hubo un cambio muy importante”, reflexionó.
Frente a la situación actual, Ferrer señaló que es momento de empezar a discutir ciertas cuestiones como desarrollo, integración industrial, inclusión social y ocupación del territorio, entre otras. A su criterio, “la estructura productiva es un problema y hay sectores con un gran déficit como el de autopartes y la industria electrónica”.
“Necesitamos una base productiva amplia. Hoy el desafío es fortalecer la macroeconomía para bajar la inflación y resolver el problema de insuficiencia de divisas. Pero la diferencia con el pasado es que ahora este problema se plantea en un contexto distinto: hay una plataforma de estabilidad institucional, de soberanía, que permite enfrentar los problemas con éxito”.
En este sentido instó a planificar el debate político, ampliar el consenso y lograr entendimiento en algunos temas que incluyan la sustentabilidad a largo plazo y la inserción internacional. “No se puede construir un futuro sobre la base de las riquezas naturales, sin industria, tecnología e integración de las cadenas de valor. El futuro del campo depende de tener una gran industria con ciencia y tecnología”, expresó.
Por último, el académico quitó dramatismo a la situación económica actual. “La plataforma desde la cual estamos parados los argentinos para mirar el futuro es la más positiva de los últimos tiempos. Porque hemos recuperado la democracia y la soberanía y tenemos capacidad de recursos. Por eso debemos ser inteligentes para que este país sea el que nos merecemos”.