Universidad - Trabajo

La creatividad es explorar y crear posibilidades

Viernes 10 de mayo de 2013

Fue la conclusión de uno de los talleres realizados en el marco de las Jornadas de Inserción Laboral, a cargo de los emprendedores de Piedra, papel, tijera, pre-incubado en la UNL. A partir de una dinámica de construcción y reflexión colectiva estimularon el t

Como es habitual en el ciclo de Jornadas de Inserción Laboral, se buscó brindar a los alumnos y graduados la capacitación necesaria para poder enfrentar con herramientas constructivas la posibilidad de una inserción laboral concreta. Estas instancias se generan con la intención de lograr la sensibilización y capacitación para el desarrollo profesional.
Los capacitadores Andrés Wursten, Victoria Rosetti Garro, Lucia Marioni y Karina Arach Minella sostienen que todos tienen capacidad creativa y que la misma puede ejercitarse. “Para ejercitar la creatividad hay una serie de actividades que las personas pueden tener en cuenta: Tener momentos de relax y descanso, hacer actividades físicas y recreativas –deportes, teatro, baile--, innovar en la rutina, por ejemplo tomar distintos caminos para ir al mismo lugar, consumir productos culturales, llevar un anotador a mano para escribir nuestras ideas. La creatividad es preguntarse, explorar y crear posibilidades”, explicó  Wursten.
En el consejo directivo de la FADU-FHUC se realizó el encuentro organizado por la  Universidad Nacional del Litoral, a través de la Secretaría de Vinculación Tecnológica y Desarrollo Productivo y de la Facultad de Humanidades y Ciencias.

La dinámica del taller
El taller consistió en una jornada colectiva y productiva en donde todos los participantes tomaron un rol activo en el proceso de aprendizaje. Dónde se trabajó sobre la creatividad como capacidad individual y en el proceso creativo como búsqueda de soluciones en el trabajo en equipo
Una de las primeras estrategias trabajadas fue planteada a medida que los participantes se iban registrando, a los cuales se les entregaba una tarjeta en la cual figuraba la inscripción “ponete un nombre”, con esta idea se buscaba que cada persona invente un personaje o se apode de alguna forma que fuera diferente a su nombre de pila.
Otro de los ejercicios se llamaba “seis maneras de salir” consistía en planteamiento de un problema concreto y cada grupo debía buscar una respuesta desde una perspectiva diferente con un rol diferente. Algunos de los roles podían ser combinar posturas entre los agentes involucrados, pensar en un interventor externo o el pensamiento mágico, buscar una solución inverosímil pero con una buena argumentación.
La última propuesta de la jornada se tituló “fabricante de mentiras”, y apelaba a la imaginación y la creación pura y neta. A partir de tres objetos cualesquiera diferentes de la vida cotidiana (mouse, pelota, televisión), construir un objeto nuevo que conserve de cada uno de los objetos una cualidad de ellos y que el objeto construido tenga una funcionalidad específica.
Al respecto Evangelina, una de las participantes, comentó: “El taller de creatividad me pareció muy interesante, tanto desde el punto de vista didáctico como el contenido del curso. La primera, ‘el juego de la silla’ (pero con algunos cambios) sirvió para "romper el hielo",  despejarnos y abrirnos a este tipo de actividades, que escapa de la rutina de cada persona. Particularmente me llevo muchos tips sobre creatividad que intentaré aplicar a mi vida cotidiana”.
Victoria, quien también participó, opinó que: "La actividad cumplió mis expectativas. Me pareció interesante desde el inicio. Traté de despegarme de mis formas habituales de pensar y hacer para proponer cosas distintas. Me quedo con lo que se planteó de pensamiento divergente al inicio del proceso creativo, para luego, a partir de criterios de factibilidad, converger para solucionar un problema. La verdad, ¡me divertí mucho!".

 

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