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La situación de exclusión de muchos jóvenes en la ciudad de Santa Fe, no se manifiesta solamente por la economía, sino que esto conlleva también a una exclusión de los bienes culturales, debido a que hay niños y jóvenes que no conocen y/o comprenden, o no tienen acceso a lo que se produce y realiza en el ámbito de la cultura.

Ante este escenario,  desde un proyecto de extensión de la Universidad Nacional del Litoral titulado "El museo como recorte accesible al mundo", dirigido por Anabella E. Cislaghi, un punto importante es construir sentido de pertenencia y desarrollar ciudadanía en los jóvenes de los barrios de la ciudad, ¿de qué modo? recorriendo museos para que salgan del barrio y construyan su propia mirada.

Desde el equipo explican que la identificación del problema surge de la experiencia del Programa Solares, quienes llevan a cabo un trabajo de acción socioeducativa con acciones para promover el acceso a los bienes culturales de aquellos niños y sus familias en situación de riesgo social. Y desde el aporte de la Universidad se vienen promoviendo nuevos enfoques para que estos jóvenes puedan potenciar sus habilidades y amplíen su mirada al mundo que los rodea.

“La intención es mostrar que esta ciudad es de todos, revertir la situación de exclusión y generar identidad en esa construcción de ciudadanía”, sostiene Cislaghi.

Conociendo el patrimonio

Desde el proyecto de extensión se trabaja con grupos de jóvenes de entre 12 y 15 años, de los barrios Loyola y Nueva Pompeya.

Los chicos tuvieron la oportunidad de visitar la reserva Ecológica de la UNL y el Museo del Puerto, para dar cuenta del reconocimiento de la naturaleza, y la integración de lo natural con lo artificial. Así como el Museo de Arte Contemporáneo.

“El producto de este proyecto es el ver y el mirar, el observar, en esto último hay un pensar y reflexionar, está basado en cómo se toman las decisiones culturales y como construyo mi ciudad, desde lo cultural, y a partir de esas decisiones cómo yo puedo construir mi ciudadanía”, explica Cislaghi.

Asimismo resalta que en esta construcción cada uno, desde su lugar como ciudadano y desde el rol que se tenga, puede hacer su aporte, porque “el patrimonio es responsabilidad de todos”.

Muestra en la Bienal

A modo de cierre del ciclo del proyecto se planteó la idea de que los chicos elaboren un producto a partir de todo lo aprendido, es así que surge como propuesta, de parte de los jóvenes, trabajar con arcilla “porque es un material de fácil acceso”, cuenta Cislaghi. “Replicaron piezas en cerámica de lo que vieron en las diferentes visitas a los museos de la ciudad. También trabajaron en recrear espacios del barrio”.

Esta producción de piezas cerámicas se encuentra expuesta en la Bienal de Arte Joven.