vinculación
La actitud es el motor que moviliza todos engranajes
Jueves 28 de mayo de 2015 / Actualizado el viernes 29 de mayo de 2015
Fue una de las reflexiones desarrolladas por Sergio Vigil, en una conferencia llevada adelante en la Feria de Empleo y Posgrado de la UNL, donde compartió su experiencia en la conformación de equipos.
Con el auditorio lleno, Sergio “Cachito” Vigil comentó experiencias y aprendizajes como integrante, entrenador o couch de diferentes equipos. A partir de ejemplos que parten de su desempeño principalmente en el jockey desarrolló conceptos que vinculados a la constitución de equipos, el establecimiento de metas y valores compartidos, el sentido del éxito y los sentimientos y emociones. La conferencia se desarrolló en el marco de la Feria de Empleo y Posgrado de la Universidad Nacional del Litoral (UNL), que congregó a estudiantes, graduados, empresas, organizaciones y consultoras bajo la temática de la inserción laboral.
“El viaje” fue como Vigil denominó su presentación, explicando que era un espacio para las emociones, los conceptos y los valores compartidos. Invitó a empezar preguntándose “¿qué tenemos y cuanto tenemos?”. Para la respuesta incentivó a hacer énfasis en las características positivas, que en general no son las primeras que se visualizan, pero que son el basamento para iniciar un proceso de crecimiento grupal. “¿Cuánto tenemos que no vemos? ¿Cuántas fortalezas que cada uno de nosotros tenemos y no las vemos porque le damos lugar a la debilidad?”. Con esto apuntó a descubrir los talentos de cada uno y lo que les apasiona, ya que será el motor para las acciones grupales.
Cuestión de actitud
Luego planteó que grupalmente hay que perseguir un sueño grande y trabajar para concretarlo a pasos cortos: “porque al amor hay que degustarlo”. “Una cosa aprendí de la vida y del deporte: que el fruto no está al final. Al final está el carozo, que es el trofeo que queda. Al trofeo lo ponés en una repisa y después te olvidás. Al fruto te lo comés en el camino. Es lo que vos te vas comiendo mientras vas persiguiendo eso que se dice es la frutilla del postre. Me fui dando cuenta que en la vida no pueden faltar objetivos, pero que el objetivo nunca puede ser nuestra vida. El objetivo nos enmarca el camino, y gracias a eso comienzan a pasarnos cosas que son este mundo de emociones: y ese es el fruto”. Esto no quiere decir que se logren los objetivos o no, las experiencias transcurridas son lo más importante del camino. En este sentido declaró que “La vida sin objetivos es como un partido sin arcos. Sin embargo, los arcos te marcan el juego, pero lo sabroso es lo que pasa en el juego.
En este camino, “la actitud es el motor que moviliza todos los engranajes. Es un motor interno, es una elección y parte del interior de cada uno. Pase lo que pase, no depende de lo externo encender el motor. Tampoco yo puedo encender tu motor”. Por eso es importante mantener la actitud desde el interior de cada uno, porque es lo que permite la continuidad. “No se puede apagar el motor. Algunos equipos apagan el motor cuando les va bien y eso genera su decadencia”. Esto tiene que ver con la entrega que tenga cada uno hacia el trabajo para concretar el sueño planteado.
Licencia para perder
Otro de los puntos que Cachito destacó en su exposición es la importancia de tener conciencia de que se puede perder “tener licencia para perder, para tener licencia para ganar”. Si cometemos errores tenemos que aceptarlos, sin castigarnos por eso. “Podemos perder, no queremos, pero podemos perder. Como no queremos perder hagamos lo que hacemos poniendo todo lo disponible, entregando todo, pero el control del resultado no lo tenemos”. Después de presentar algunos ejemplos remató la idea aclarando “ahora sí, si nos dimos cuenta del error, de algo que no vimos, no nos hagamos los bobos”.
La construcción del equipo
Es ampliamente reconocido que los trabajos realizados grupalmente tienen resultados positivos. Sin embargo, construir esa sinergia no es fácil. “Construir un equipo lleva mucho tiempo y mucho más conservarlo”.
“Para trabajar en equipo hay cosas que son claves: conocer las cualidades de cada integrante del equipo y después concederles la posibilidad de utilizarlas”. Para disfrutar del equipo cada integrante debe sentirse importante, valorado. Ampliando la idea agregó que “no se trata de mostrar lo que se sabe, sino de sacar de cada uno todo lo que sabe”.
En este sentido destacó que en un equipo hay varios liderazgos, según cada momento “y el liderazgo más importante que puede haber es el liderazgo de equipo. Cuando el liderazgo está en todo el equipo es muy difícil que no sea un equipo. Cuando está en uno o dos integrantes nada más es peligroso”.
Entre las reflexiones de cierre destacó que “detrás de cada persona hay un líder esperando y ese líder es la fortaleza de esa persona”.