Tecnología
Internet de las cosas, cada vez más cerca
Viernes 16 de diciembre de 2016 / Actualizado el viernes 16 de diciembre de 2016
Parece un objetivo lejano pero la idea de que todo esté conectado para mejorar el estándar de vida no está tan lejos. Un especialista de la UNL explica detalles de cómo se gesta IoT.
La idea de que una máquina de café sepa la preferencia de cada usuario con sólo interpretar un dato biométrico no está tan lejos. Sobre todo, luego de que en noviembre una famosa empresa alimenticia acordara con una firma de telefonía la instalación de internet en cada expendedora. Es una idea que se basa en lo que se conoce como Internet de las cosas (Internet of things o IoT en inglés).
La idea de IoT va más lejos, contempla la idea de que no sólo las personas estén conectadas sino también todo lo que pueda ser controlable desde el punto de vista electrónico: una casa, los electrodomésticos o un auto, para citar algunos ejemplos. “Son cosas que actualmente se pueden automatizar, pero que no estaban conectadas a internet”, explicó Gabriel Filippa, docente e investigador de la Facultad de Ingeniería y Ciencias Hídricas (FICH) de la Universidad Nacional del Litoral (UNL).
IoT se basa en la idea de la relación máquina-máquina (Machine to machine o M2M), que implica que una máquina controle a otra conectadas por internet y sin la gestión de una persona. Según Filippa, existen varios grupos a nivel mundial que trabajan en el tema. Por ejemplo, la Unión Internacional de Telecomunicaciones (UIT), uno de los más importantes, en el que participan varios países para la elaboración de estándares para Internet de las cosas.
“La generación de estándares implica que cada proveedor de tecnología puede realizar un protocolo que debe cumplir para que su equipo sea compatible con otro que fabrique otro prestador. En este sentido, generar un estándar sobre conectividad significa que se deben seguir ciertos parámetros para que otro proveedor pueda hacer un equipo compatible. Hay muchas organizaciones que generan estándares”, enfatizó.
Por otro lado, Filippa aseveró que la importancia de la conectividad reside en que genera desarrollo social, mejora la calidad de vida.
Conectividad
El especialista señaló que hay organizaciones como la Cepal (Comisión Económica Para América Latina y el Caribe) que miden los niveles de conectividad de cada uno de los países de la región, una condición necesaria para que el concepto de IoT no se caiga. De acuerdo con el informe de 2016, en el último quinquenio el 55% de los habitantes de Latinoamérica y el Caribe usaron la red en 2015, 20 puntos porcentuales más que en 2010. Además, la penetración de las conexiones en banda ancha también creció fuertemente, sobre todo en la modalidad móvil, la que pasó de de 7% a 58% de la población.
Los datos también indican que Chile, Argentina y Uruguay están a la cabeza en el número de hogares que poseen internet. “Hay otros países con menos desarrollo, pero el mundo los incita a conectarse”, continuó Filippa.
Los esfuerzos para que la idea avance llegaron hasta el punto de que se cambie el protocolo de conexión o IP (Internet Protocol) de la versión 4 (IPv4) a la versión 6 (Ipv6), que conlleva una ampliación de la cantidad de direcciones disponibles a nivel mundial. “Hace unos 10 años que se viene trabajando en este cambio y que genera que el número de IP sea grandísimo: en el mundo, por metro cuadrado, se pueden entregar 200 mil direcciones. Se supone que este número no se terminará rápidamente, aunque sabemos que es un número finito. De este modo, habría más posibilidades de conexiones que con Ipv4, que ya está completa. Una luz, un auto o un electrodoméstico ahora pueden tener una dirección, por lo tanto, son controlables”, afirmó.
Con la posibilidad de controlar los objetos sólo resta una forma de conectarse a ellos. Las posibilidades son las redes de internet, ya sea por cable o wifi, o el sistema de conexión por celulares, actualmente con tecnologías de Cuarta Generación (4G), pero que se apresta a dar un paso más y llegar al estándar 5G, posiblemente antes de 2020. “El objetivo del 5G es llegar a IoT”, apuntó.
Pero hay quienes señalan que la hiperconexión del IoT podría devenir en posibles vulneraciones a la privacidad de las personas, que todo pueda ser “visto” en las redes. “Si está en internet, todo se puede ver porque está conectado. Por eso, en todo el mundo hay esfuerzos por concientizar sobre el cuidado de la seguridad. Todo está enfocado a que el usuario tenga el control y conocimiento de lo que hace”, finalizó Filippa.