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Ya sea para captar información sobre los rayos cósmicos que impactan en Argentina o lograr hacer colisionar partículas elementales con las energías más altas jamás alcanzadas en un laboratorio, la física lleva adelante megaexperimentos. En un nuevo café científico se descubrirán detalles de los emprendimientos más sofisticados diseñados por el hombre. Por el duelo nacional, la cita será el jueves 4 de noviembre a las 19 en la Chopería Santa Fe (Bv. Pellegrini esquina San Jerónimo), con entrada libre y gratuita.
La charla estará a cargo de Federico Ventosinos y Pablo Bolcatto, ambos físicos investigadores y docentes de la Universidad Nacional del Litoral (UNL).
Como siempre, el ciclo es organizado por la Secretaría de Estado de Ciencia, Tecnología e Innovación del gobierno de Santa Fe junto con la UNL, la Facultad Regional Santa Fe de la Universidad Tecnológica Nacional (FRSF-UTN), la Universidad Católica de Santa Fe (UCSF) y el Centro Científico Tecnológico (CCT) CONICET Santa Fe.

Los más grandes
Hace un par de años todo el mundo conoció al Gran Colisionador de Hadrones, el proyecto europeo que algunos afirmaban podía acabar con el mundo. El LHC, por su sigla en inglés, o máquina de Dios, como también se conoce, es el experimento más sofisticado ideado por el hombre a fin de explorar áreas de la Física de partículas.
“En el LHC se logran las temperaturas más bajas del sistema solar y, a su vez, las temperaturas más altas de la galaxia; esto gracias a energías altísimas. Es realmente impresionante y no tiene punto de comparación”, adelantó Ventosinos.
Pero mucho más cerca, en la provincia de Mendoza, funciona otro megaemprendimiento científico: el observatorio Pierre Auger de 3000 kilómetros cuadrados de extensión. Se trata de un observatorio destinado a detectar el impacto de rayos cósmicos. “Son eventos con energías miles de veces más grandes que las del gran colisionador y se dan día a día en la superficie terrestre”, explicaron los especialistas.
Según comentaron, en ambos casos se trata de esfuerzos complejos entre varios países que trabajan en colaboración.
“Estos proyectos están marcando la punta en tecnología en todos los ámbitos”, indicó Ventosinos. El desafío tecnológico que plantean los megaexperimentos obligan a innovar y no pasa mucho tiempo para que esos desarrollos impacten en la vida cotidiana.
“Los desarrollos luego son aplicables en una gran variedad de otros rubros, algo similar a lo que pasa en las guerras con la tecnología bélica. El mejor ejemplo de esto fue el surgimiento de la www que pasó de los laboratorios a revolucionar la vida diaria”, señaló Bolcatto.