Perspectiva de género
Historias de barrio, historias de mujeres
Lunes 8 de marzo de 2010
Protagonistas de las transformaciones sociales, vecinas de Chalet y San Agustín I y II trabajan junto con la UNL en la recuperación de la memoria de sus luchas. Para poner en valor estas historias olvidadas elaboran libros que permitan legar su experiencia a l
Puede que los carteles de las calles ostenten nombres masculinos, al igual que los bronces en las puertas de la mayoría de las instituciones, pero en la historia de cada barrio hubo mujeres protagonistas. Para recuperar la memoria y ponerla en valor, grupos de vecinas trabajan junto con miembros del programa de género de la Universidad Nacional del Litoral (UNL) para recuperar esas historias “domésticas” muchas veces olvidadas y plasmarlas en un libro.
El proyecto, que lleva el título de “Mujeres hacedoras”, generó un ámbito de encuentro en el que las primeras vecinas pudieron contar a las más jóvenes cómo se vivía allí en otros tiempos. Son relatos de mujeres que impulsaron el desarrollo del barrio, sus instituciones y las redes solidarias a través de las que se organizaban para compartir recursos escasos, como el teléfono.
“El ámbito doméstico no es visualizado como parte de la historia de lo social y forma parte de la historia marginal, pero es en la vida de los barrios donde se van gestando los procesos sociales”, enfatizó Fernanda Pagura, directora del programa de género de la UNL.
Impulsoras
“Una de las primeras cosas que salió es el tema de la canilla pública que existía antes de la instalación de la red de agua y que dio lugar a la existencia de la aguatera”, ejemplificó Pagura.
Tal como recordaron las mujeres de barrio Chalet, eran ellas las que tenían la responsabilidad de abastecer de agua al hogar, con todas las complicaciones que ello implicaba. Por eso no es de extrañar que hayan sido esas mismas mujeres las que impulsaron la instalación de red de agua en el barrio.
En San Agustín, por otra parte, las mujeres rememoraron su rol fundamental desde el origen del barrio, ya que ellas mismas fabricaron los bloques de cemento y levantaron sus casas cuando fueron trasladadas al noroeste de la ciudad en plena dictadura militar.
Según explicó la directora del programa, en estas historias, leídas desde la perspectiva de género, salta a la luz la distribución sexista de las actividades. Lo mismo ocurre al analizar las fiestas barriales, el carnaval, la murga, la plaza como un lugar de encuentro y sus transformaciones a lo largo de las décadas. “Estos espacios públicos en muchos casos no pueden ser apropiados por las mujeres. Son públicos pero son prohibidos para mujeres y niños porque son apropiados por otros grupos”, señaló.
En primera persona
Para hacer visible el papel que las mujeres hacedoras tuvieron por generaciones, las vecinas de Chalet trabajaron en talleres quincenales durante todo un año. “Primero identificamos informantes claves como se denomina en investigación a las personas que cuentan con un importante recorrido en el barrio y que son reconocidas socialmente como las que más saben”, explicó Pagura.
Las entrevistas a estas “informantes” las realizaron las propias vecinas y en el proceso fueron resurgiendo escenas cotidianas que permitieron comparar los estilos de vida. Se registraron los encuentros en audio y luego los miembros del programa trabajaron sobre ese material para anclar las grabaciones en un relato que se puede plasmar en un libro que recupera la historia barrial de las mujeres. “Es una historia de ellas, producida por ellas y donde hubo un posibilitador que fue un equipo que genera el ensamble de lo que se ha producido”, resumió.
En San Agustín la iniciativa es más reciente y se encuentra en la etapa del trabajo en los talleres, pero el objetivo final es el mismo. De acuerdo con lo proyectado, los libros se presentarán en la Feria del Libro de Santa Fe de 2010.
El equipo de trabajo, bajo la dirección de Fernanda Pagura, está integrado por una historiadora, Cecilia Rugna y dos comunicadores sociales, Cristian Asoli y José David.