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La Escuela de Servicio Social de Santa Fe fue una de las primeras creadas en el país. Sus primeras 42 mujeres y 2 hombres egresados fueron verdaderos pioneros de la región en la profesión. La Institución surge de una necesidad surgida del contexto sociológico planteado por la Santa Fe de los años '30: se requería un profesional idóneo para trabajar con los sectores marginados de la sociedad y el Estado decidió que debían tener una formación técnica.

Recientemente, Ediciones UNL publicó el libro “La Asistencia Social en Santa Fe”, de Alicia Genolet, trabajadora social y responsable de la investigación de este título. “El libro aborda las problemáticas sociales vividas en la Provincia de Santa Fe desde los años 1937 a 1943 y las razones que dieron lugar al surgimiento de la Escuela de Asistentes Sociales en la ciudad capital”, expuso Genolet.

Consultada sobre el aporte que hace el libro a la reconstrucción historiográfica del trabajo social santafesino, Gerolet expresó que este trabajo “aporta datos inéditos referidos a la política social desplegada en la Provincia de Santa Fe por los denominados 'gobiernos conservadores', los cuales sostienen conceptos vinculados a la justicia social, el bienestar social y la responsabilidad que el estado debe asumir frente a los problemas sociales. Asimismo recupera las voces de las protagonistas que eran profesionales de la asistencia social en un momento histórico de inicios de conformación del campo profesional donde con sus aportes abrieron canales de intervención social en diferentes áreas de problemas: trabajos con familias, niñez, discapacidad, escolaridad, salud, municipios”.

Sobre la investigación

“El proceso de investigación comienza motivado por mi interés de conocer la historia local de creación de la Escuela de Asistentes Sociales a partir del ejercicio de la docencia en asignaturas referidas a la configuración profesional", sostuvo la autora-y continuó: "Obedeció a la necesidad de elaborar una tesis de maestría en Metodología de la Investigación científica. A partir de este requisito comencé a bosquejar una serie de interrogantes que me permitieron definir el problema a investigar y las estrategias metodológicas a utilizar. Por tratarse de una investigación historiográfica y por carecer de material sistematizado previo tuve que construir los datos apelando a diferentes fuentes de información escrita, desde los discursos de los gobernadores que condujeron la provincia desde los años 1937 a 1943, las leyes sancionadas y sus discusiones, las ordenanzas municipales, publicaciones bibliográficas, periódicas, los discursos de arzobispos y los documentos existentes en los archivos de la Escuela de Asistentes Sociales.

"En segundo lugar utilicé la memoria oral como herramienta para recuperar lo vivido, rescatando los significados de un entramado plagado de expectativas. Realicé entrevistas a doce asistentes sociales de la primera promoción (1945) al sacerdote encargado de la pastoral social en los años 2001 quien me proveyó de documentos de la Iglesia Católica de la época y al historiador Luis Quintana de la Ciudad de Santa Fe”.