Ambiente santafesino

“El desafío es que el Fondo de Conservación se configure en una red”

Martes 25 de junio de 2024 / Actualizado el miércoles 26 de junio de 2024

Lo dijo el rector de la UNL, Dr. Enrique Mammarella, en el acto de la adjudicación de subsidios, en el marco de la quinta convocatoria al Fondo para la Conservación del Patrimonio Natural de la provincia de Santa Fe.

La Universidad Nacional del Litoral (UNL) junto a Sancor Seguros, la Fundación Hábitat y Desarrollo, la Cámara de Diputados y Diputadas y el Ministerio de Ambiente y Cambio Climático de la Provincia de Santa Fe financiarán dos proyectos para la conservación del patrimonio natural de la provincia santafesina por un total de $2.800.000.

El acto de adjudicación de subsidios, en el marco de la quinta convocatoria se desarrolló este martes 25 de junio en el Consejo Superior de UNL y contó con la presencia del rector de UNL, Enrique Mammarella; del Ministro de Ambiente y Cambio Climático de la Provincia de Santa Fe, Enrique Estévez; el vicepresidente de Fundación Hábitat y Desarrollo, Pablo Tabares;  y por Sancor Seguros, Willy Borgnino. También participaron del acto la vicerrectora de UNL,  Clarisa Carrera; de la secretaria de Ciencia, Arte y Tecnología de UNL, Laura Cornaglia; de la directora de Articulación Científica de la UNL, María Laura Pisarello; de la directora de Comunicación de las Ciencias y las Artes, Carolina Revuelta; decanos y decanas de Universidad, entre ellos Adrián Bonivardi (FIQ) y Laura Tarabella (FHUC); docentes, investigadores y equipos de trabajo de los proyectos subsidiados.

 

Red en territorio

“Para la Universidad Nacional del Litoral, es una propuesta piloto, demostrativa que tiene como objetivo generar masa crítica y sinergia con diferentes actores sociales públicos y privados; con satisfacción vemos crecer esta iniciativa que adquirió visibilidad para los grupos que trabajan en la materia, para los municipios y comunas ya que de todas las regiones en que se divide la provincia de Santa Fe, solamente un área no tiene proyectos en desarrollo o finalizados”, sostuvo Enrique Mammarella y agregó: “el desafío a futuro es que el Fondo para la Conservación del Patrimonio Natural deje de ser una propuesta de un grupo de instituciones, a la cual les agradecemos pero esperamos que se transforme en una red en territorio, de equipos y de propuestas; que trabajen, se conozcan y compartan experiencias y se arraiguen en el territorio. Este es el compromiso que debemos asumir entre todos”.

“Sabemos del compromiso de la UNL con el cuidado del ambiente, y considero que este tipo de iniciativas son fundamentales por la crisis ambiental que vivimos signada por el cambio climático, la contaminación ambiental y la pérdida importante de biodiversidad. Desde la provincia de Santa Fe implementamos la Ley Yolanda para contar con conocimientos y herramientas para que al tomar una decisión, funcionarios públicos tengan en cuenta la temática ambiental”, sostuvo Enrique Estévez.

En este sentido, el ministro de Ambiente y Cambio Climático, Enrique Estévez, se refirió este martes al convenio firmado por el gobernador Maximiliano Pullaro con la Agencia Francesa para el Desarrollo (AFD), que le permitirá a Provincia conseguir fondos por 65 millones de euros para ser destinados exclusivamente a proyectos vinculados a la biodiversidad. Uno de los lugares que se pondrá en valor como parte de este proyecto, es el Centro de Rescate La Esmeralda, en Aristóbulo del Valle al 8700 de la ciudad de Santa Fe: “Estamos muy contentos porque es un reconocimiento a la provincia de Santa Fe para una inversión que hace una entidad financiera francesa, para el fortalecimiento de nuestra biodiversidad”, señaló el MInistro.

“La importancia que tiene el Fondo para la Conservación del Patrimonio Natural es que si bien es pequeño cumple un rol relevante a nivel provincial por el interés que despierta, dado que en su quinta edición 22 son los proyectos que se postularon para conseguir financiamiento”, indicó Pablo Tabares y continuó: “En segundo término, nos muestra todas las iniciativas de conservación de la naturaleza que hay en la provincia de Santa Fe información fundamental para investigadores, gestores, entre otros actores sociales que quieran realizar una determinada política pública". En tercer término, Tabares agregó que “han avanzado la cantidad de municipios y comunas que se presentan con el objetivo de crear áreas protegidas en sus égidos; situación que es trascendental para el cuidado del ambiente”.

“Para Sancor Seguros es un placer integrar el Fondo del Patrimonio Natural de la Provincia de Santa Fe porque nuestra institución tiene una fuerte responsabilidad empresaria y es, en este sentido, que apuesta al cuidado del medio ambiente; en otras palabras, se encuentra en su ADN empresarial”, recalcó Willy Borgnino.

Proyectos seleccionados

Entre las iniciativas seleccionadas en esta quinta edición del Fondo de Conservación del Patrimonio Natural de la provincia de Santa Fe, por un lado, se encuentra el proyecto: “Desenterrando un misterio del patrimonio subterráneo: los roedores ocultos de Santa Fe”, bajo la dirección Andrea Previtali y, por el otro, Reserva Natural Villa Gobernador Gálvez”, a cargo de Sabrina Portillo.

Reserva Natural Villa Gobernador Gálvez (VGG)

Sabrina Portillo es Ingeniera Química (UTN- Rosario), docente-investigadora de la Universidad Tecnológica Nacional, con sede en Rosario, especialista en Ambiente y Magíster en Tecnología de los Alimentos (UTN-Rosario). Además, es sub-secretaria de Ambiente de la Municipalidad de Villa Gobernador Gálvez y se siente orgullosa de ser una ciudadana villagalvense.

El objetivo general del proyecto consiste en “gestar las medidas necesarias para conservar la Reserva Natural de Villa Gobernador Gálvez, generando la protección integral del ecosistema para que, a través del manejo intervenido, se pueda garantizar la preservación y mantenimiento del entorno natural originario y su biodiversidad”, indica Portillo. 

Es en este sentido, que dentro de sus objetivos específicos se encuentra, en primer lugar, “elaborar y ejecutar el Plan de Manejo, redactado por expertos de la comunidad académica y con aportes de la comunidad de influencia; en segundo término, colocar barandas para cumplir con las medidas de seguridad necesarias para la realización de visitas guiadas por medio de recorridos históricos actualmente clausurados por los riesgos de caída a través de la barranca al Arroyo Saladillo; y, por último, confeccionar y colocar cartelería descriptiva de la flora y fauna que se encuentra en todo el recorrido de la reserva”, expresa Portillo.

“El equipo interdisciplinario de trabajo del “Plan de Manejo” de la Reserva, integrado por la Facultad de Ciencias Agrarias, el cuerpo de Guardafaunas, la Municipalidad de VGG y la Asociación de Amigos de la Reserva está entusiasmado en contar con la participación ciudadana, para que entre todos se lleve adelante la protección integral del ecosistema”, sostiene Portillo y agrega “la participación, siempre presente, fue, desde 1990, clave para la elaboración de la primera Ordenanza Nº 1093/95 para la preservación de la Reserva”.

La misma se encuentra ubicada sobre el arroyo Saladillo, y cuenta con 89 hectáreas de flora y fauna autóctona, transformándose en uno de los pulmones verdes más importantes de la provincia de Santa Fe.

En estas 89 hectáreas se puede encontrar un ambiente natural con gran desarrollo de flora y fauna de la región, con una enorme biodiversidad, dado que al ser parte de la cuenca del Arroyo Saladillo en su último tramo para luego unirse con el Río Paraná, constituye un importante corredor biológico para la zona.

Roedores-bioingenieros ocultos de Santa Fe 

Andrea Previtali es licenciada en Ciencias Biológicas en la Universidad Nacional de Río Cuarto (UNRC). Ph.D. in Biological Sciences, en la Northern Illinois University (NIU) - DeKalb, IL, EE.UU. Es investigadora independiente del CONICET con lugar de trabajo en la Facultad de Humanidades y Ciencias de la Universidad Nacional del Litoral (FHUC-UNL); estudia la ecología de enfermedades zoonóticas en la zona litoraleña santafesina. Junto a la Dra. Ivanna Tomasco, la Dra. Eva Rueda, la Dra. Celeste Medrano, la Dra. Tatiana Sánchez, la Dra. Cecilia Lanzone y los estudiantes en licenciatura en Biodiversidad Nerea Alovatti, Rocío Sánchez, Sabrina González y Agustín Machado llevan adelante el proyecto: "Desenterrando un misterio del patrimonio subterráneo: los roedores ocultos de Santa Fe". 

El objetivo general de la propuesta es “estudiar de manera interdisciplinar las poblaciones de tucu-tucus de la provincia de Santa Fe, obteniendo información ecológica, genética y antropológica que contribuyan a la evaluación de su estado de conservación”, sostiene Previtali y agrega “los tucu-tucus son roedores que pertenecen al género Ctenomys, en el cual se reconocen 67 especies, la mayoría Argentinas, originadas en menos de 2 millones de años, los tucu-tucus no han sido estudiadas en Santa Fe desde los años sesenta del siglo pasado. Por lo que en la actualidad no existen datos de sus poblaciones”.

“Los roedores del género Ctenomys son llamados “ocultos” por sus hábitos subterráneos. También son llamados “tucu-tucus” o “tuco-tucos” por el sonido que emiten, o “Shiporó” en mocoví y “Anguyá” en guaraní. Son roedores endémicos de Sudamérica y modifican el ecosistema con sus extensas madrigueras aumentando la biodiversidad. En la provincia de Santa Fe se han registrado dos especies de Ctenomys: C. “yolandae”, cuya descripción está pendiente y no hay datos suficientes para categorizar su estado de conservación, y C. argentinus, categorizada como “casi amenazada”, aclara Previtali.

“Se los considera  como “bioingenieros” porque modifican el ecosistema que habitan, facilitando la supervivencia de otras especies y, por ende, aumentando la biodiversidad”, enfatiza Previtali.

“El ambiente que habitan ha sufrido transformaciones antrópicas y catástrofes naturales. Además, en muchos lugares los combaten activamente por considerarlos dañinos. Por lo tanto, es urgente aumentar el conocimiento de estas especies para poder evaluar el estado de conservación de sus poblaciones y contribuir al desarrollo de políticas de conservación”, subraya Previtali.

“Proponemos recabar esta información a partir de un intenso trabajo de campo, que incluye colectas y relevamientos por método etnográfico con los pobladores locales. Posteriormente generar datos genéticos y citogenéticos, y comparaciones morfológicas, integrados en un análisis filogeográfico que permita estimar el grado de conexión y tamaño de las poblaciones. Con esta información podremos conocer cuántas especies hay, la posible conexión entre poblaciones, y la interacción con los pobladores locales, el efecto de estos animales sobre el ecosistema, y elementos claves para la conservación de las poblaciones conocidas, así como de aquellas en regiones inexploradas”, destaca Previtali.

 

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