Estudio de casos
Explican las causas del cierre de tambos de la provincia
Lunes 2 de septiembre de 2013 / Actualizado el lunes 2 de septiembre de 2013
Según investigadores de la UNL, muchos productores abandonan la actividad por el bajo precio de la leche, pero también por las contingencias climáticas o por dificultades de mano de obra.
Por medio de estudios de casos, investigadores de la Universidad Nacional del Litoral (UNL) indagaron en las causas del cierre de establecimientos lácteos: además del bajo precio de la leche, fueron factores decisivos las contingencias climáticas y los problemas con la mano de obra.
El estudio, encarado por un equipo de la Facultad de Ciencias Agrarias (FCA), tenía como objetivo identificar los factores que motivan la determinación de los productores de abandonar la actividad tambera y las decisiones consecuentes, mediante observación y análisis de casos reales de los últimos 10 años. “El estudio se realizó en la Cuenca Central Santafesina, que concentra el 78% de los tambos y el 76,6% de las vacas de la provincia”, según explicó María Isabel Castignani, de la Cátedra de Economía, Administración de Organizaciones y Mercadeo Agroalimentario de la FCA.
El trabajo surge de un dato relevante: entre 1975 y 1995 la cantidad de tambos disminuyó en un 63% y desde ese año hasta hoy un 17%. Es decir, hay un 80 % menos de tambos que hace poco más de tres décadas.
Las conclusiones se sacaron de una serie de entrevistas en las cuales consultaron el año de inicio y de abandono de la actividad tambera; la estructura organizacional de la empresa al momento de cierre; los factores claves en la decisión de salida; y las actividades que se realizan después de haber cerrado el tambo.
Inundaciones y sequía
Castignani contó que realizaron 30 entrevistas a productores que habían dejado la actividad en los últimos 10 años, intentando abarcar la amplitud de la cuenca lechera central santafesina: 15 en el departamento Las Colonias, siete en Castellanos, cinco en San Cristóbal y tres en San Martín.
Considerando la estructura organizacional de los casos analizados, el 70% de las explotaciones contaban con menos de 100 hectáreas, menos de 100 vacas totales, y producían menos de mil litros diarios de leche al momento de la decisión de cese de la actividad lechera. “Además sólo seis casos integraban el tambo con otras actividades (básicamente agricultura). La mayoría eran empresas unipersonales, cuyos propietarios tenían en promedio 57 años y recibían ingresos por actividades extra agrarias”, acotó.
Según agregó, a partir de las entrevistas pudieron identificar algunos factores claves relacionados con aspectos climáticos, organizacionales, de mercado y productivos que afectan de diferentes maneras los resultados de las empresas y su permanencia dentro de la actividad lechera. “Si bien son mencionados reiteradamente los resultados económicos, el comportamiento de los mercados, el tamaño de las explotaciones, la inminencia del cambio generacional, muchas veces sin solución de continuidad, y otros motivos señalados por los productores, los resultados permiten identificar dos factores que parecen ser más relevantes que todos los demás: las contingencias climáticas y los problemas con la mano de obra”, comentó.
Al respecto, Castignani destacó que los productores citaban que las inundaciones, como la de 2007, y las sequías, como la de 2008, fueron algunos de los problemas climáticos decisivos para que abandonen la actividad: “Lo era no sólo por los daños sufridos sobre el capital de la explotación, sino también por la sensación de impotencia al ver desperdiciado el trabajo de tantos años”.
Mano de obra
Por otra parte, Castignani sostuvo que los conflictos con los recursos humanos aparecen también como un factor relevante por su acción determinante en el éxito o fracaso de los sistemas de producción estudiados. “El capital humano, responsable de llevar a cabo el proceso administrativo, se constituye en un aspecto definitivo en la toma de decisiones, el riesgo y la operación de las empresas y, por supuesto, en el factor clave tanto en la incorporación de nuevas tecnologías como en sus resultados productivos y económicos”, resaltó.
La investigadora confió además que otros factores, como el número de integrantes de la familia que trabaja fuera de la empresa y la preferencia por otras actividades, no fueron mencionados como motivadores de la decisión de abandonar la actividad lechera.
“Además consultamos sobre las medidas tomadas y las actividades realizadas posteriores a la decisión de cierre. La mitad de los entrevistados se mantiene en el rubro agropecuario, dedicándose a otras actividades, especialmente a la agricultura. El resto mencionó que abandonó el rubro, y un alto porcentaje indicó que arrendó el campo. Los resultados implican una base interesante de discusión y un buen punto de partida en el estudio de acciones sobre los sistemas, con relación al manejo y la dirección de este tipo de empresas”, finalizó Castignani.