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Los días 17 y 18 de abril las cuatro escuelas preuniversitarias de la UNL -Escuela de Nivel Inicial y Primario, Escuela Secundaria UNL, Escuela Industrial Superior y Escuela de Agricultura, Ganadería y Granja- recibieron la visita de las evaluadoras externas Carina Gerlero (UNR) y María Ana Barrozo (UNCuyo), tras el proceso de autoevaluación institucional que comenzó en 2023, en el marco de las instancias de supervisión fijadas por el Estatuto de la UNL.

“El objetivo central es analizar el estado del sistema preuniversitario y, con la devolución que nos hagan las evaluadoras, tratar de mejorarlo. Entendemos las evaluaciones como una posibilidad de crecimiento institucional que se da, en este caso, a través de la mirada del otro. Queremos ubicar a las escuelas preuniversitarias en el mejor nivel académico, institucional y de gestión de la región”, indicó el director del Programa de Enseñanza Preuniversitaria, Héctor Odetti.

Los criterios de evaluación fueron: la estructura organizativa y de gestión, cooperación con instituciones, normativa institucional, planta de personal no docente, estructura, diseño y seguimiento del plan de estudios y perfiles académicos y/o profesionales, mecanismos de seguimiento de alumnos, composición del cuerpo académico, actividades de extensión, investigación y transferencia, infraestructura y equipamiento, bibliotecas (físicas y virtuales) y centros de documentación.

La labor de las autoridades de las cuatro escuelas comenzó con el llenado de formularios de acuerdo a las categorías estipuladas. Finalmente, en la instancia llevada a cabo recientemente, las evaluadoras recorrieron cada uno de los establecimientos educativos a fin de dialogar con directivos, docentes, estudiantes y padres.

Laura Corral, directora de la Escuela de Nivel Inicial y Primario, comentó que “el proceso de autoevaluación tuvo varias instancias de mucha intensidad de trabajo junto a docentes y el equipo de gestión. Poder mostrarle a la sociedad que seguimos con toda la potencia revisando lo que hacemos desde lo pedagógico, lo adminsitrativo, desde lo que los padres perciben sobre cómo viven sus hijos la infancia en nuestra escuela, en momentos donde se cuestiona la universidad pública, es maravilloso. Estamos abiertos a que surjan cuestiones que no hayamos ponderado lo suficiente y que sean para mejorar. Celebramos que se pongan valor las instancias que como cultura institucional se han ido afianzando con los años”.

Impronta de apertura

Durante la visita, la evaluadora Carina Gerlero explicó que “en las instancias previas leímos los materiales enviados y producidos por cada institución y luego tuvimos encuentros virtuales, con lo cual llegamos con una mirada previa. La experiencia es muy positiva porque podemos contrastar que lo escrito da cuenta cuenta de una impronta institucional de apertura, de trabajo con proyectos, con una mirada muy democrática y participativa hacia los estudiantes, hacia la comunidad y hacia las familias”.

“Son aspectos que nos parecen centrales para pensar en una educación de calidad, es decir no solo centrarse en un contenido sino hacer foco en los niños y los jóvenes, quienes necesitan formarse fuertemente en ciudadanía, en aprendizajes que sean contextualizados, que les dejen algo más que un saber aislado, que puedan ponerlos en juego, ver cómo esos saberes se articulan en las instancias cotidianas”, consideró 

Finalmente, detalló que “hay distintas miradas: las unidades académicas que dictan carreras de pregrado, grado y posgrado están más acostumbradas a atravesar procesos de acreditación de carreras para obtener la validez de los títulos. En el sistema preuniversitario y en el sistema educativo no universitario las prácticas son distintas, pero siempre es valiosa la reflexión sobre la propia páctica en el hecho de mirarse, autovaluarse y pensar en términos de mejoras continuas. Acá no se trata de una evaluación que se centra en lo negativo o en el error, sino al contrario; se trata de analizar cómo estamos funcionando, por qué se está funcionando de esta manera y qué nuevas cosas podemos hacer para fortalecer el proyecto institucional. Eso es lo valioso de esta autoevaluación de las escuelas preuniversitarias que pone el foco allí y que no es obligatoria, por lo tanto depende de una definición institucional y se hace en la medida que las autoridades, de la universidad en este caso, impulsan procesos de este tipo que sin dudas los enriquecen como escuela y hacia la comunidad”.

Por su parte, María Ana Barrozo valoró: “Es muy importante someterse a un proceso de autoevaluación más allá de lo que se requiera normativamente, y sumar una evaluación externa también. Permite una mirada más objetiva sobre algunos aspectos y cuestiones que se identifican como aquellas cosas a potenciar y trabajar, mirar qué fortalezas tiene cada institución. La impresioń fue más que positiva, por el trabajo en equipo, la infraestructura adecuada, recursos y familias comprometidas. Hay un conjunto de variables que hacen que estas escuelas sean de alto valor, espacios que la evaluación pretende potenciar. En tanto, celebró que "existan criterios establecidos para dar cuenta de lo que se hace en el nivel preuniversitario. Es algo muy positivo, que no tiene una historia regular en el caso de las universidades nacionales. Sumar la mirada de equipos externos es de alto valor”.

Sobre las evaluadoras

Ana María Barrozo es Profesora de Ciencias de la Educación egresada de la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad Nacional de Cuyo, realizó una Maestría en Educación, es Especialista en Gestión Educativa FLACSO y Diplomada en Gestión Educativa. Se desempeña como Directora General de Educación Secundaria de la UNCuyo, como Profesora Asociada de la Cátedra Didáctica II y Primer Nivel de Práctica Profesional de la carrera de Ciencias de la Educación de la UNCuyo, Presidenta de la Junta Calificadora de Méritos y Antecedentes del nivel secundario de la UNCuyo y Directora de la Escuela Domiciliaria de la Jurisdicción UNCuyo. Cuenta con una larga trayectoria como evaluadora, jurado, investigadora y directora de numerosos proyectos.

Carina Gerlero es Bioquímica, doctorada en Educación en Ciencias Experimentales (UNL) y especialista en Política y Gestión de la Educación superior (UNR). Es docente en la Universidad Nacional de Rosario, coordinó tutorías y desarrolla investigaciones centradas en la formación de profesionales de la Salud con Compromiso Social Universitario. Evaluó numeros proyectos y programas insititucionales; participa de actividades y Ciencia y Técnica en la UNR. También realizó estancias en I+D. Realizó cursos de Filosofía de la Educación, Sistemas Educativos Comparados, Comunicación en Ciencias de la Salud y Análisis Interpretativo del Discurso en el Aula de Ciencias, entre otros.