Experiencias
Estudiantes UNL becados para cursar en Estados Unidos
Jueves 21 de febrero de 2019 / Actualizado el viernes 22 de febrero de 2019
Tres estudiantes de la Universidad fueron elegidos para participar de la cuarta edición del programa de intercambio Friends of Fulbright y cursar en universidades estadounidenses entre enero y marzo de 2019. Conozca sus experiencias.
Los becarios fueron seleccionados por la Comisión Fulbright para participar en un programa académico y cultural de entre cinco y siete semanas de duración. Asisten a clases y seminarios en una universidad estadounidense acreditada a la vez que realizan actividades culturales y de voluntariado. Laura Depetris, estudiante de la Licenciatura en Diseño Industrial (FADU), cursa en la University of Arkansas y Ariana Liotta, de la Licenciatura en Filosofía (FHUC), en la University of Texas, mientras que Sebastián Agustín Dell Elce, alumno de Ingeniería Química (FIQ), en Virginia Tech.
Los seleccionados de la UNL integran el grupo de 90 ganadores de diversas instituciones argentinas que se forman en universidades estadounidenses en el marco de la cuarta edición de las becas Friends of Fulbright, promovidas por la Embajada de Estados Unidos en Argentina, con el apoyo de la Comisión Fulbright y del Ministerio de Educación, Cultura, Ciencia y Tecnología de la República Argentina.
La convocatoria se realiza habitualmente entre julio y agosto del año anterior al del inicio de la movilidad. Las becas cubren pasaje de ida y vuelta, manutención, seguro de salud y costo total del programa. Los estudiantes son enviados a universidades ubicadas en distintas ciudades que representen la diversidad de los Estados Unidos.
Laura Depetris – 22 años, Licenciatura en Diseño Industrial (FADU)
“Llegamos a Fayetteville, Arkansas, a fines de enero con 9 argentinos de distintos lugares del país (Mendoza, Mar del Plata, Buenos Aires, Corrientes, entre otros) y nos sorprendió mucho la calidez y ansias con las que nos esperaban. Casi ninguno de nosotros tenía idea de con qué nos íbamos a encontrar, conociendo muy poco de esta zona y del estado”.
“Estamos tomando clases de inglés obligatorias para perfeccionar el idioma y algunas clases universitarias a elección. Notamos muchas diferencias en cuanto a la educación y la dinámica de las clases en esta universidad respecto a las nuestras en Argentina. Una es la manera de armar el plan de estudios individualmente”.
“La experiencia está muy buena para repensarse como estudiante desde otros puntos de vista, además del contacto con una cultura bastante distinta como la estadounidense y muchas otras de extranjeros con las que en Argentina no tendríamos posibilidad de encontrarnos. Hasta ahora, Fayetteville nos viene sorprendiendo”.
Sebastián Agustín Dell Elce – 20 años, Ingeniería Química (FIQ)
“En mi caso, la beca consiste en cursar inglés por la mañana en un centro de idiomas de Virginia Tech (la universidad a la que fui asignado junto con otros 9 argentinos). A la tarde podemos tanto asistir de oyentes a clases relacionadas con nuestras carreras, como visitar laboratorios y edificios destacados. Durante los fines de semana, realizamos viajes y actividades culturales: conciertos de música country, visitas a lugares históricos como la casa de Thomas Jefferson, a la Misión Permanente de la Argentina en las Naciones Unidas y a la embajada de Argentina en Washington DC”.
“Estamos viviendo dentro del campus universitario. Compartimos habitación con estadounidenses y estudiantes de todas partes del mundo, por lo que no solamente aprendemos sobre la cultura de este país. Las personas son siempre muy gentiles y amables, dispuestas ayudarnos en todo momento”.
“Con respecto al cursado, es algo único y diferente al de Argentina. Destaco como mayor diferencia con respecto a nuestro país la menor cantidad de horas por materia, además de un plan de estudios que permite a cada alumno dirigir su carrera hacia lo que desea. Se pone énfasis en las actividades extracurriculares y la interconexión con la teoría de las clases. También me gustaría contar que a los estudiantes argentinos se nos considera como resilientes y capaces. Nuestras universidades públicas tienen un excelente nivel y somos bien vistos en el mundo académico”.
“A quienes estén interesados en una experiencia internacional les digo que no duden en presentarse a la convocatoria. Tenía conocimiento de esta beca hace tiempo, pero siempre lo vi como algo lejano e imposible. Pensé en que no tenía nada que perder, me presenté y surgió la oportunidad. Sin dudas ha cambiado mi vida”.
Ariana Liotta, 22 años - Licenciatura en Filosofía (FHUC)
“Apenas llegamos al aeropuerto ya nos estaban esperando de parte de la Universidad para llevarnos al alojamiento y a un tour por la ciudad. Al día siguiente tuvimos una orientación y el lunes arrancamos con las clases. A cada uno de nosotros nos anotaron en dos clases de inglés según nuestro nivel y dificultades, en mí caso estoy en Listening and Speaking y Reading”.
“Además, nos dieron la posibilidad de elegir dos materias de nuestras respectivas carreras para asistir como oyentes, yo elegí Religions of No Religion (Religiones de la no religión) y Environmental Ethics (Ética medioambiental). Los contenidos son muy interesantes y me gusta la metodología utilizada que depende mayormente de la participación de los alumnos. Los profesores están siempre dispuestos a ayudar, tanto en clase como en horario de oficina. Entre los alumnos me encontré con gente de todo el mundo, con distintas culturas y costumbres que hacen a una gran parte de la experiencia”.
“En los momentos libres aprovecho para juntarme con el grupo de argentinos que me acompaña para conocer lugares y personas nuevas. Agradezco enormemente la suerte que tuve con este grupo que nos tocó, somos 10 y cada uno aporta algo que lo hace único en diversidad y buena onda".
"Una de las cosas que más me llamó la atención de la cultura norteamericana fue la forma en la que usan el tiempo. Todos los eventos están sumamente planeados y cada momento tiene asignado una actividad específica. La cena es muy temprano, cerca de las 18:30, y eso deja mucho margen para hacer cosas, se genera una distribución diferente del “tiempo productivo'”.
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