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La cátedra pertenece a la carrera Licenciatura en Diseño de la Comunicación Visual de la Facultad de Arquitectura, Diseño y Urbanismo de la UNL. En el taller se nuclean los saberes que los alumnos incorporan en las otras asignaturas. La sinergia de la propuesta es que, por un lado, les sirva a los estudiantes de la cátedra como disparador para el desarrollo de los distintos trabajos prácticos en el cursado curricular. Por otro lado, se espera que a los distintos emprendimientos les sea útil la multiplicidad de propuestas para asesorarlos en las temáticas que se trabajan en la materia, que refieren al área de diseño de comunicación específicamente.
Asimismo pretende incentivar el espíritu emprendedor en los estudiantes que cursan el taller. “La idea es que les quede, en el menú de opciones para que el día que se reciban, la opción de que no sólo pueden conseguir un empleo, sino que también pueden generar sus propias oportunidades”, sostuvo uno de los docentes a cargo, Danilo Sunzunegui.
Para realizar los trabajos prácticos antes se planteaban temáticas sobre ejemplos de fantasía. De esta forma, se les daban a los alumnos problemáticas a resolver sin un sustento real. Con la excusa de realizar esas prácticas, los docentes a cargo de la cátedra Taller de Diseño III, el Lic. José Carignano, el  Arq. Roberto Frutos y el Lic. Sunzunegui, decidieron presentarle a los alumnos ejemplos reales. A través de la Secretaría de Vinculación Tecnológica y Desarrollo Productivo de la Universidad, se pusieron en contacto con emprendedores preincubados e incubados en los Gabinetes para Emprendedores, Expresiva e Idear para tomar la experiencia de ellos y utilizarlos como ejemplos.
Al respecto, Sunzunegui consideró que esta metodología es mucho más rica porque enfrenta al alumno a la realidad que le va a tocar el día de mañana en su desarrollo profesional y es mucho más interesante porque aparece una mayor credibilidad. “La problemática que tienen que enfrentar estos emprendedores es mucho más interdisciplinaria y es lo interesante, que los alumnos pueden percibir. Por otro lado, también los entusiasma el hecho de que lo ven mucho más palpable, se desdibuja un poco eso de un ejercicio académico inventado por los docentes", manifestó Sunzunegui.

El trabajo con los emprendedores
Los alumnos de la cátedra Taller de Diseño III ya trabajaron con Terracosta, Amasando Sueños, María Rayada y Paracas, donde los representantes de estos emprendimientos fueron a contar su experiencia. “El desafío es que esto sea lo más abierto posible, que la interacción se pueda dar en otras áreas para ir enriqueciendo esta dinámica entre los distintos espacios que la Universidad plantea y  que haya más cruces entre las disciplinas de una misma carrera o de otras disciplinas.
La decisión de trabajar con estos proyectos en particular surge de una preselección a partir del grado de complejidad de los proyectos y el estado de avance en el que estaban.
Por otro lado, anteriormente el equipo docente trabajó asesorando a los emprendimientos Maestros Parrilleros, Centro de Salud Mental y Una ciudad más verde, preincubados en los Gabinetes para Emprendedores de la Facultad de Ciencias Jurídicas y Sociales, de la Facultad de Ciencias Económicas y de la Escuela Industrial Superior respectivamente: “Nos pusimos a su disposición para consultoría, no llevamos el proyecto al Taller pero trabajamos a partir de consultas que fueron surgiendo de estos proyectos preincubados”. En estos casos trabajaron específicamente desarrollo de marca, ajuste de marca en los aspectos visuales o comunicación en redes sociales. Después de esta experiencia, “el paso que dimos en este cuatrimestre fue llevar al aula estos modelos de rol, que enfrenta al alumno a esta problemática de los emprendedores”.