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Las conversaciones difíciles son aquellas que cuestan, las que se posponen, evitan o las que significan un esfuerzo al que no se está dispuesto o no se tienen todas las herramientas para poder llevar a cabo. Por eso, “las conversaciones difíciles dependen de cada uno y, en función de eso, de lo que cada uno puede y cree. A veces es difícil en función de los interlocutores que intervienen. Como la idea de fácil/difícil ya en sí misma es subjetiva, está en la subjetividad de cada uno lo que considera una conversación difícil”, sostuvo Katz, quien estuvo a cargo de la actividad destinada a las instituciones que forman parte del Programa Padrinos UNL.

En ese sentido, el capacitador manifestó que, a grandes rasgos, se puede decir que una conversación difícil es cuando uno siente que se está jugando su identidad, sus expectativas, su pasado, su presente o su futuro. Ante ello, no hay recetas para facilitar esas conversaciones pero en la capacitación se trabajó sobre estrategias para poder abordarlas. Entre ellas, reconocer las diferentes narrativas que nos dominan, las herramientas que uno puede disponer y entrenar, las diferentes instancias que uno puede provocar para ir hacia una conversación difícil. Se llama narrativas a las interpretaciones que nos dominan frente a lo que está sucediendo. “Cada uno tiene una interpretación sobre las cosas y esa interpretación está sesgada por el cuento que cada uno se cuenta que es lo que significa, de lo que puede y lo que no puede. Es la idea que uno se hace del lugar que ocupa y tiene en el contexto”. 

Las estrategias que se trabajaron para avanzar en una conversación difícil tienen que ver con aquellas que puedan hacer volver consciente las dimensiones que se dan en una situación comunacional. “No es ganar, tener razón o imponer, sino poder ser consciente de todo lo que se está jugando, tanto de mí parte como de la otra”. 

Los objetivos de esta capacitación eran brindar formación en las habilidades necesarias para construir conversaciones que abran posibilidades en coyunturas difíciles; brindar un modelo de referencia para interpretar las complejidades de las relaciones, y las posibilidades que abren las visiones intentan la integralidad; mostrar los diferentes puntos de desencuentro que conviven en las conversaciones y son motivo de acciones no deseadas; y distinguir los elementos constitutivos de las conversaciones de posibilidades. 

Del control unilateral al aprendizaje mutuo

Andrés Katz profundizó sobre los supuestos del modelo del aprendizaje mutuo para generar encuentros que abran posibilidades. Estos supuestos implican, entre otros, reconocerse como seres humanos limitados por los propios modelos mentales; que los pensamientos de los demás tienen una lógica intrínseca; que todos pueden actuar en forma racional y al mismo tiempo abrirse a las opiniones de los otros; que las restricciones son incentivos para aguzar el ingenio; y que los errores son posibilidades de aprendizaje dignas de investigación.

En ese sentido, es importante reconocer que la única posibilidad de hacer efectiva esta distinción es parándose en el lugar de que las propias percepciones no son universales. Así como también “hay actos lingüísticos que delatan el tipo de observadores que somos: ‘en realidad’, ‘objetivamente’, ‘cualquiera con dos dedos de frente’, ‘acordarás conmigo en que’”, ejemplificó Katz.

Programa Padrinos UNL

El Programa Padrinos de la UNL funciona desde el año 2003, y desde entonces ha cultivado un estrecho vínculo con empresas y organismos públicos de la región. Dentro de las actividades planificadas para este año, “hemos pensado y desarrollado diversas acciones tendientes a crear espacios de capacitación e intercambio de experiencias. Nuestro objetivo es contribuir al mejoramiento y crecimiento de las organizaciones partes de la Comunidad Padrinos UNL”, sostuvo Sebastián Rossin, coordinador del programa.

Asimismo, Rossin manifestó que, con el convencimiento de la necesidad de generar este tipo de encuentros, se continuarán realizando diversos talleres y eventos al respecto para fomentar la participación activa de las organizaciones y el acompañamiento constante de especialistas en las distintas temáticas.