JAZZ

El Ensamblín brilló en la Bienal

Viernes 12 de septiembre de 2014 / Actualizado el sábado 13 de septiembre de 2014

Con un repertorio de standards para big band la Jazz Ensamble Junior hizo su paso en el escenario del Patio de la Reforma. Los jóvenes músicos cautivaron al público presente.

Cuando las big band son una especie en extinción, una utopía, Santa Fe Jazz Ensamble se erige con más de 30 años de historia. Fruto de esa pasión, hace 20 años que hacen escuela con la Jazz Ensamble Junior. “Esta idea nació cuando en la tele se podía ver Cablín y por eso le pusimos Ensamblín a este grupo de adolescentes de entre 15 y 25 años que año a año se renueva y son el semillero del jazz”, explicó Carughi, director del proyecto.

George Gershwin fue el compositor elegido para abrir la noche. Los sonidos de “Strike up the band” invitaron al público a introducirse en el mundo del jazz y las grandes bandas legendarias. Siguió el clásico “I´ve got rhythm”, con los destacados solos de Fernando Acevedo en trombón, Fernando Gómez, en guitarra y el saxo de Eric Bellman.

Luego llegó el momento de evocar a la “gran máquina del swing”. Los temas de la big band de Count Basie crearon la atmósfera que permite la música de trasladarse en tiempo y espacio. La balada “Lil' Darlin'” fue la primera, con el logrado sonido de la trompeta “asordinada” de Camilo Sattler en el solo. Se sucedieron “April in Paris”, conocidas cadencias de otro clásico, y luego para cerrar la trilogía se escuchó “Spankly”, con un solo supremo de Martín Testoni, en saxo.  

“Este trabajo es por amor al arte, quienes toquen un instrumento como los que están en el escenario, están invitados a acercarse y ser parte de este proyecto”, invitó Carughi. Entre aplausos y el vitorear del público, el jazz se instaló en la Bienal de Arte Joven.

Como un susurro

En la historia del jazz los arregladores tienen mucho protagonismo, muchos temas se conocen y difunden con esos arreglos. Uno de los grandes arregladores ha sido Ray Henderson. Primero se escuchó “Lucky day” y  luego con “Bye Bye Blackbird” lograron que la big band “suene como un susurro, algo muy difícil pero a la vez que genera una gran energía”, sostuvo Carughi.

Después se sucedieron “No puedo darte más que amor, nena”, y el clásico de los clásicos “Saint Louis Blues”. Para el cierre, con algunos del público bailando y otros llevando el ritmo con el cuerpo, desde el escenario se invitó a acompañar con las palmas el funk “Mr. Basquet”, de Matt Harris. La gente pidió más y el bis fue el mismo tema que al comienzo “Strike up the band”.

Así fue el paso del Jazz Ensamble Junior como invitado de la 11 Bienal de Arte Joven. Músicos muy jóvenes que están haciendo jazz, nuevos públicos, nuevas generaciones que siguen la sucesión de sus maestros. Hay futuro, hay música, hay jazz. 

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