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Como cierre de su programación de este año, el Museo de Arte Contemporáneo de la UNL abre sus puertas al artista visual santafesino Abel Monasterolo con su muestra “Rio das mortes vira vermelho, una reflexión sobre la experiencia del tiempo en la creación artística”. La inauguración será el jueves 7 a las 20. La cita es en Bv. Gálvez 1578. 

Con la curaduría de la Dra. Isabel Molinas, la muestra se trata de una instalación, donde conviven el video, el sonido, textos, objetos, collage, dibujo y pintura. Es el resultado de un trabajo del artista con un grupo interdisciplinario formado por (además del artista y la curadora): Viviana Tosello, como asistente de taller, Paula Monasterolo, en edición de video, Virginia Monasterolo, como asistente de taller y afiche, Fabricio Fernandino, en videoarte, y Damián Rodríguez Kees, quien aportó la música de sala y sonido de video.

“Para esta muestra convoqué a distintos artistas y pensadores y este trabajo en equipo va ampliando la mirada de la muestra. Si bien es de un artista, en realidad hay una sumatoria de miradas, que es lo que más me interesa”, afirma Monasterolo.  

Luego de inaugurada, la muestra se podrá visitar de martes a viernes de 9 a 13 y 16 a 20. Los sábados y domingos de 17 a 20.

Obra en proceso

“Rio das mortes vira vermelho” se gesta en el marco del programa de Residencia Artística Internacional de la Universidad Federal de Minas Gerais, con sede en Tiradentes, Brasil, en julio de 2013, y se desarrolla en Argentina en diferentes momentos y formatos. En 2017, las obras forman parte de la exposición Equinoccios espirituales, presentada en el Museo Héctor Borla de Esperanza y en el Colegio de Arquitectos de la Provincia de Santa Fe. “A lo largo de todos estos años, la propuesta mantiene el carácter conjetural de obra por venir. Finalmente, lo producido se integra en una instalación que articula las diversas escenas de un relato polifónico”, destacó la curadora Isabel Molinas.

Asimismo, Monasterolo explica: “podríamos definirla como una obra en proceso, porque creo que nunca está terminada. Una vez que esté montada en el MAC, seguramente se van a abrir nuevas puertas, es como dejar caminar sin tener un destino muy fijado, no hay un faro adónde uno va, sino que está atento a los caminos que puedan surgir”.

Creación y trascendencia

“El proceso creativo es como el tránsito de un cauce de agua, cuya fuente es la niñez, luego distintas estaciones o puertos, hasta llegar a la ciudad de Tiradentes – Brasil”, cuenta Monasterolo y agrega “estando como artista residente, consulté a los vecinos por el cambio de color del río de las muerte. Diversas opiniones obtuve, tales como matanza de indios, matanza de negros, combates por la nueva república, arrastre de sedimentos, problemas ambientales por la tala de bosques nativos”.  

Esta muestra, entonces, se inscribe en una idea que trasciende los límites de lo local, universalizándose, y esas primeras impresiones se resignifican “afianzándose desde mi paisaje, encontrando su propio ritmo, su respiración, sus cambios de vida, de categoría”.

Manuscritos, calaveras de vidrio y resina, videoarte, objetos, pinturas, caleidoscopios son parte de esta muestra. Los ángulos del trabajo son variados: la percepción, el color, el sonido, la forma, la espacialidad, la historia, la geografía, el conocimiento científico, los mitos populares. El objetivo “es que a partir de la percepción externa, logre realizar una introspección, donde la sorpresa, el misterio, el relato, lo efímero, lo ingrávido se exteriorice”, concluye el artista.