En el Foro Cultural
Dos nuevas propuestas para el ciclo de documentales
Lunes 11 de mayo de 2015 / Actualizado el lunes 11 de mayo de 2015
Los films forman parte de la propuesta para mayo del ciclo ”Los mejores films documentales de la historia del cine”. La propuesta fue organizada por el Taller de Cine de la UNL en el marco de su 30º aniversario. La entrada es libre y gratuita.
El próximo miércoles 13 de mayo, el Taller de Cine de la UNL tendrá dos nuevas propuestas para el ciclo “Los mejores films documentales de la historia del cine”. A partir de las 20.30 se proyectarán “La lucha”, de Michel Brault (1961) y “Pequeño monasterio en Toscana”, de Otar Iosseliani (1988) en la Sala Saer del Foro Cultural UNL. La entrada libre y gratuita.
La cita será la segunda propuesta de programación para mayo del este ciclo organizado por el Taller de Cine en el marco de su 30º aniversario. Las proyecciones, que continuarán durante todo mayo y junio, comprenden una selección entre los 50 mejores documentales arrojados por una encuesta realizada por la revista británica “Sight and Sound” en 2014.
Repensar a la lucha
“La lucha” fue rodada en Montreal en 1961 por los cineastas Michel Brault, Marcel Carrière, Claude Fournier y Claude Jutra. Los directores intentaron hacer una exposición fílmica, en cámara lenta, de los contras y dificultades de la lucha profesional hasta que un encuentro con el filósofo francés Roland Barthes cambia su forma de ver las cosas. El pensador se alarmó por el objetivo de los cineastas al rodar el documental y aportó su perspectiva sobre la lucha, la belleza y el rol social de esta disciplina en la vida de la gente común.
Convencidos por Barthes, los realizadores dan un giro al propósito del film para reformular el sentido y capturar lo espectacular de este deporte. El documental muestra los campos de lucha como una especie de santuarios modernos donde la lucha y sus rituales hacen posesión de la religión en la entonces secularizada Quebec.
Los adentros de un monasterio
“Pequeño monasterio en Toscana” cuenta la historia de cinco jóvenes monjes agustinos que son seguidos por la cámara de su director Otar Iosseliani a una distancia que nos permite convertirnos en un monje más. La tonada de un matarife, el tarareo del labrador en el exterior se mezclan con las llamadas a los rezos. De repente, ladridos y niebla, y disparos. Otoño y la caza llegan a los alrededores.
El director georgiano filma la dirección asi como también el montaje, donde mantiene un importante equilibrio entre el mundo terrenal y el espiritual. La colecta de las olivas se sucede a los maitines, ora et labora son los verbos conjugados en esta cinta que Iosseliani firmó a finales de los 80. El espacio es inmejorable para atrapar el tranquilo discurrir de las horas: un pequeño monasterio de la campiña toscana, en Montalcino, cerca de Siena.