Asamblea Universitaria
Discurso del rector Mario Barletta
Martes 27 de noviembre de 2007
Señores Asambleístas:
Año tras año, de acuerdo con lo dispuesto en el Estatuto hemos aprobado la memoria anual, síntesis detallada de las principales acciones realizadas. Este año en particular, y por los mismos motivos que hoy nos convocan para elegir nuevo rector, no voy a detenerme en el informe de las acciones desarrolladas durante el año 2006 –el cual ya ha sido puesto a consideración de ustedes–, sino que voy a referirme a un período más amplio, del que dichas acciones forman parte y que completa su significación.
La voluntad de ejercer la memoria, de profundizar en el sentido de los hechos que guarda y del futuro que anuncia, es una de las marcas distintivas de la Universidad Nacional del Litoral. En tiempos en los que organismos nacionales e internacionales advierten sobre la “memoria perdida”, sobre “la memoria en peligro”, y buscan contrarrestar esta falta con la creación de programas y ámbitos específicos, los universitarios del Litoral hemos sabido asumir la responsabilidad ética y política de ser guardianes celosos, no sólo de la Institución sino también del contexto en el que se inscribe su labor. Es por ello que dar cuenta de lo actuado trasciende el registro de un año de trabajo y remite a un tiempo más extenso, el de la planificación en la que dicho hacer encuentra su justificación.
Cuando en el año 2000 enunciamos el Plan de Desarrollo Institucional, lo hicimos pensando en su importancia en tanto herramienta de gestión que orientó la búsqueda de acuerdos, la participación, la promoción y la movilización de la comunidad universitaria en su conjunto. De este modo se puso en marcha la construcción de una Universidad capaz de dar respuesta a los importantes desafíos que le planteaba el contexto, conjugando las cuestiones a largo plazo de la planificación estratégica con la atención a las urgencias cotidianas.
A contrapelo de una de las peores crisis institucionales y económicas que vivió nuestro país, mantuvimos siempre la Universidad abierta y de pie.
Contar con un Plan de Desarrollo no sólo nos permitió cumplir con nuestras funciones específicas durante estos ocho años, sino también ser una de las Instituciones más comprometidas con los problemas de la gente, tal como sucedió en aquellos aciagos días en los que las aguas se apoderaron de la ciudad.
Ya en el año 2002, en ocasión de un nuevo período de gobierno, la Asamblea Universitaria respaldó la necesidad de consolidar un proyecto de universidad inclusiva, más completa, de calidad, científica, abierta y con vocación social. Verdadero desafío si pensamos en las restricciones presupuestarias y en los embates de los enemigos de siempre de la Universidad Pública.
Nada nos detuvo... y mantuvimos firme la decisión de ampliar y diversificar la propuesta académica. Ejemplo de ello es la formación de profesionales en diversas áreas de los campos de la Salud y de las Ciencias Sociales.
¿Recuerdan cuando para estudiar Medicina había que irse a Rosario, a Córdoba o a Buenos Aires?
Este año egresa la primera promoción de médicos de Santa Fe. Primero, articulamos con la UNR y, luego, creamos la Escuela de Ciencias Médicas de la UNL.
Muchos son los logros que me gustaría traer a la memoria:
- Filosofía, Sociología, Ciencia Política, Economía, Administración, Nutrición;
- las ingenierías Industrial y en Materiales,
- los Ciclos de Licenciatura (Inglés, Educación Física, Enfermería, Periodismo y Artes Visuales, entre muchos otros);
- y las Tecnicaturas vinculadas directamente con el mundo del trabajo;
- una propuesta académica disponible no sólo para quienes viven en Santa Fe sino también para los numerosos estudiantes que asisten a alguno de los 125 Centros de Apoyo del Programa UNLVirtual, localizados en 17 provincias argentinas. ¿Saben lo que significa para los pobladores de Sá Pereira, de Timbúes, de La Quiaca o de Trelew... acceder a la Universidad? Hicimos de las nuevas tecnologías de la información y la comunicación una herramienta para favorecer la igualdad de oportunidades y ayudar a que, para muchos argentinos, otro futuro sea posible.
Sabíamos que nuestra misión era brindar mayores oportunidades de acceso a la educación y el conocimiento.
Sabíamos que para ello debíamos trascender una institución concebida desde las lógicas profesionales y disciplinares y alcanzar la integración académica.
Sabíamos que con el esfuerzo de cada facultad, de cada cátedra, de cada oficina y, de todos y cada uno de ustedes, podíamos lograrlo.
…Y así también lo entendió la comunidad universitaria que en diciembre del 2005, reunidos sus representantes en una nueva Asamblea, se pronunció a favor de una propuesta de gobierno en la que la educación, la ciencia y la cultura se constituyan como proyecto político, es decir, sean concebidas como verdaderas políticas de Estado:
- militamos por un sistema educativo de calidad y menos fragmentario. Ese es el motivo por el cual creamos una Escuela Primaria, que se sumó al Jardín La Ronda, a las Escuelas preuniversitarias, a la propuesta académica de grado y posgrado;
- jerarquizamos la investigación e impulsamos acuerdos y proyectos conjuntos con la Agencia Nacional de Promoción Científica y Tecnológica y con el CONICET, que permitieron una tarea integrada entre diferentes organismos, un aumento del financiamiento y una mirada transdisciplinaria que privilegia el problema como principio organizador de la producción de conocimientos.
- transformamos los modos de vinculación de la ciencia con el mundo de la producción, haciendo efectiva la transferencia de conocimientos para el desarrollo económico y social. Hicimos posible la puesta en marcha del Parque Tecnológico Litoral Centro, incubamos empresas, formamos emprendedores y concretamos pasantías genuinas;
- atendimos la dimensión internacional de la Universidad, multiplicando los programas de intercambio y movilidad estudiantil y docente con más de doscientas instituciones de todo el mundo.
- nos comprometimos con las necesidades del medio social y pusimos el conocimiento a disposición de quienes más los necesitan: para que conozcan sus derechos, para que puedan satisfacer sus necesidades, para mejorar su habitat…, generando oportunidades para disminuir la exclusión y crear juntos alternativas que reviertan las condiciones de marginalidad y de pobreza. Más de 6000 santafesinos hicieron los cursos para el trabajo este año en nuestra Universidad. Porque estamos convencidos que la apropiación social del conocimiento es una de las principales herramientas para la construcción de ciudadanía.
- abrimos nuestra casa al diálogo y al debate y transformamos nuestras aulas en foros públicos y cajas de resonancia de las cuestiones de interés social; consolidamos la tarea editorial y desarrollamos nuevos medios de comunicación con la sociedad;
- concretamos una política cultural sin precedentes en nuestra región, posibilitando la expresión de las más diversas manifestaciones, confiando en la tarea transformadora del arte y la cultura, en su potencial para construir nuevos imaginarios y para soñar con mundos posibles.
- demostramos que eficiencia y creatividad podían ir de la mano, apostamos a la modernización administrativa y a la jerarquización del personal, a la obtención de recursos externos concursables y a la generación de recursos propios. Y en especial, al trabajo asociativo con otras entidades, que hizo posible concretar destacados proyectos: con ATE construimos el Predio en la Costanera Este, con el Banco Credicoop pusimos en marcha la fábrica de alimentos nutritivos, con la Fundación Habitat mantenemos viva la Reserva Ecológica, con la vecinal Acería lanzamos el biodigestor... entre otros ejemplos. Además, hoy, más de 70 empresas realizan un aporte mensual a través del padrinazgo, una experiencia inédita en el concierto nacional.
- Finalmente, mejoramos las instalaciones, talleres y laboratorios en todas las unidades académicas, para un mejor desarrollo de la vida universitaria en todos sus niveles y funciones.
¿Recuerdan el enorme esfuerzo de docentes, estudiantes y no docentes debido a las condiciones en las que, durante largos años, debimos desarrollar nuestra tarea en la Universidad?
Permítanme recordar las Obras concluidas…, sólo en los últimos dos años.
En ciudad universitaria:
- el Edificio de la Escuela de Ciencias Médicas y el Aulario Común;
- el Instituto Superior de Música;
- la Biblioteca centralizada FADU-FHUC-ISM;
- el Laboratorio Modelo de Hidráulica en la FICH
- los gabinetes para emprendedores
- y el Predio Deportivo, Recreativo y Cultural UNL-ATE.
También se avanzó en la construcción del edificio de la Facultad de Ciencias Económicas, disponiéndose de todo el tercer piso para las actividades de Ciencia y Técnica. Se inauguró el año pasado el Centro de Idiomas en la antigua casa del Instituto de Música, restaurando una de las primeras 100 casas de la ciudad a preservar por su alto valor patrimonial.
En el marco de una permanente política de puesta en valor de nuestros edificios históricos, se refuncionalizaron espacios en la Facultad de Ciencias Jurídicas para albergar el área de Investigación, y se realizó una readecuación integral del segundo piso del Rectorado para instalar la totalidad de las áreas administrativas en sintonía con los contemporáneos criterios de organización pública.
Se inauguraron la Cámara de Cultivos y el Laboratorio de Biología Aplicada y Química en la Facultad de Ciencias Agrarias e hicimos realidad un viejo sueño: la construcción del Hospital de Grandes Animales en la Facultad de Ciencias Veterinarias.
En la Facultad de Ingeniería Química se inauguraron los Laboratorios y las nuevas instalaciones para los Institutos de Lactología Industrial, de Tecnología de Alimentos y modernos espacios para el desarrollo de la carrera de Ingeniería Industrial.
También se puso en valor el edificio de la Escuela Industrial Superior.
Y en la ciudad de Gálvez, se concluye el nuevo edificio de su Centro
En el transcurso del año finalizaremos el edificio del Instituto Nacional de Limnología, primer Instituto del CONICET inaugurado por Bernardo Houssay.
Y el próximo 8 de diciembre tendremos la inauguración del nuevo edificio del Foro Cultural de la UNL, enteramente diseñado para albergar las expresiones del arte y la cultura. ¿Saben cuántos años hace que en esta querida ciudad de Santa Fe no se construye un edificio exclusivamente pensado para la Cultura?
En reiteradas oportunidades me he referido a la importancia del conocimiento como herramienta para el crecimiento económico, la inclusión social y la libertad del hombre y de los pueblos.
Sin educación no es posible alcanzar un desarrollo económico sustentable. En el mundo, ya nadie discute que el capital humano, la innovación y la incorporación de tecnología a la producción son factores principales para la generación de riquezas y para la consolidación de un desarrollo tecnológico propio.
Sin educación no es posible alcanzar la inclusión social. Para que todos se sientan parte de un proyecto colectivo, Para que todos tengan derecho a sentirse parte de una ciudad que merezca ser vivida.
Y sin educación, no sólo no hay igualdad sino que tampoco hay libertad… y quien elige saber elige su libertad.
Hemos dicho, hace ya ocho años, que afrontábamos este desafío guiados por los valores irrenunciables que lleva en alto el efebo de nuestra insignia: “como una luz que nunca debe apagarse”. Una universidad que vio la luz gracias a la mirada visionaria de aquellos hombres y mujeres de fines del siglo pasado, que sabían de la importancia de la educación, la ciencia y la cultura para alcanzar una sociedad más justa y moderna.
Una universidad que fue partícipe del movimiento político y social que culminó con la Reforma Universitaria de 1918 y que ha luchado para mantener en alto los ideales de libertad, igualdad, autonomía, cogobierno, democratización del conocimiento, extensión universitaria y compromiso social.
Una institución que tempranamente comprendió que los universitarios teníamos que afrontar una tarea adicional: pensar el país, nuestra región y nuestra ciudad. Y que para ello, el más acuciante problema a resolver era la ausencia de orientaciones teóricas, de imaginarios sociales y de marcos referenciales que movilizaran las fuerzas sociales con un verdadero sentido transformador.
Los universitarios del 18, eficaces en sus objetivos de reforma académica, exitosos en su lucha para superar la exclusión política, nos legaron el desafío de completar una tarea que les había quedado inconclusa: la de revertir una de las marcas más tristes de nuestras sociedades actuales, la exclusión social.
Los universitarios de hoy hicimos de esta misión nuestra bandera y logramos construir una Universidad integrada al medio, comprometida con las problemáticas sociales, partícipe de la generación de ámbitos para la expresión de la diversidad cultural y formadora de espacios abiertos, críticos y reflexivos. En definitiva, una universidad protagonista de su tiempo.
Pero, es que aun resta tanto por hacer ...
Nos alienta y nos reconforta que la educación, la ciencia y la cultura constituyan el proyecto político que la ciudad de Santa Fe ha elegido para el próximo gobierno. Este es el motivo por el cual debo alejarme del cargo de Rector de la Universidad Nacional del Litoral. Y esta decisión es la consecuencia de que hayamos soñado con una educación distinta, con un despertar de las conciencias, con una fuerza de cambio que encuentra en la democratización del conocimiento la matriz para el desarrollo y la felicidad de los pueblos.
En reiteradas oportunidades me referí a la importancia de conjugar las acciones de docencia, investigación y extensión, para sumar al hacer saber la fuerza regulatoria de un hacer sobre lo social, confiando en la capacidad transformadora de nuestra Universidad en y con el medio.
Como egresado de la UNL, como profesor universitario y como intendente electo de la ciudad comprometo mis mejores esfuerzos para concretar los cambios sociales por los que luchamos en la Universidad y que nuestra querida Santa Fe necesita de manera imperiosa;
Y ....los convoco a sumarse, porque siendo parte de esta inmensa comunidad llena de vida, he aprendido que, con trabajo, creatividad, inteligencia y una concepción ética de la gestión pública, es posible superar dificultades y encontrar caminos de crecimiento.
Los convoco porque confío en que sigamos siendo, con orgullo, los universitarios del Litoral.
A la Universidad Nacional del Litoral, Muchas gracias.