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El pasado 5 de marzo el Director de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) en Argentina, Javier González Olaechea ofreció una conferencia magistral sobre diálogo social en el Paraninfo de la Universidad Nacional del Litoral (UNL).
La conferencia tuvo lugar luego de que el Gobierno Provincial firmara un memorando de entendimiento destinado a poner en funcionamiento una agenda de trabajo decente a nivel provincial. El acto contó con la presencia del gobernador de Santa Fe Hermes Binner; el rector de la UNL, Dr. Albor Cantard; la vicegobernadora Griselda Tessio; el ministro de Trabajo, Empleo y Seguridad Social de la Nación, Dr. Carlos Tomada; el ministro designado de Trabajo y Seguridad Social de Santa Fe, Dr. Carlos Rodríguez y entre otras autoridades nacionales, provinciales, municipales, legisladores, del Consejo Federal del Trabajo, representantes de asociaciones sindicales, empresariales y de la sociedad civil.

Memorandum por el trabajo decente
Es la primera vez que la OIT, a través de su oficina en la Argentina, brinda cooperación y asistencia técnica a un Estado provincial, ya que generalmente ese organismo suscribe acuerdos con los gobiernos nacionales.
En dicho marco, el rector Cantard manifestó: “Es un orgullo para la UNL haber sido elegida para desarrollar esta jornada de diálogo social y participación plural. La creación del trabajo decente es uno de los objetivos principales de la OIT, en el convencimiento de que constituye la mejor vía para superar la pobreza y garantizar la gobernabilidad democrática”. Asimismo felicitó al Gobernador de Santa Fe “por haber solicitado ayuda técnica a la OIT para la incorporación de programas que permiten el diseño de planes para llevar a cabo políticas necesarias en las dimensiones estratégicas relacionadas al trabajo”.
El Director de la OIT en Argentina fue declarado Huésped de Honor de la casa de altos estudios, ante lo cual manifestó su agradecimiento, al tiempo que remarcó: “Esta primera oportunidad de la OIT de firmar un memorandum de entendimiento con una provincia argentina es un fiel testimonio y una constatación de dos hechos que quisiera destacar. En primer lugar, nada de esto hubiese sido posible si desde la Nación y el Ministerio de Trabajo no hubieran tenido los valores que invoca y promueve la OIT, de poner al trabajo en el centro del proceso de recuperación de la dignidad de la persona y la sociedad argentina. En segundo lugar, en las personas del Gobernador y el Ministro de Santa Fe hemos encontrado a dos autoridades provinciales comprometidas con lo que propugna la OIT: no sólo fomentar el trabajo decente como paradigma, sino llevar a cabo un programa extenso en el sector social desde la perspectiva laboral y poniendo al trabajo decente como guía orientadora”.
En tanto, el gobernador de Santa Fe sostuvo: “El trabajador sabe que es el trabajo estable y formal el que le brinda la dignidad; y que es el trabajo el que permite la inclusión social juntamente con la educación”. En este sentido, Binner remarcó: “El trabajo decente nos abre las puertas a la ciudadanía plena y al progreso social. El trabajo decente no es un trabajo que está en contra del empresario que da trabajo. El trabajo decente debe ser un orgullo y un hecho ético para el empleador, saber que en su lugar de trabajo el obrero, la obrera no va a buscar el sustento y pone en peligro su vida”.

La importancia del diálogo social
 Luego de la firma del memorando de entendimiento para promover el trabajo decente, el Director de la OIT en Argentina brindó una charla magistral en la que aseguró: “Lo que define a la OIT es la cooperación técnica, que consiste en llevar a la práctica, al plano nacional, la ayuda que puede brindar la Organización para que aquellos convenios en el mundo laboral, signifiquen la aplicación de las políticas públicas y la convocación al sector privado para que todo el ámbito que tracen los convenios internacionales sean, poco a poco, una mayor realidad”.
Respecto a la conformación de la OIT, González-Olaechea destacó que “significa una pluralidad de conciertos y de naciones que representan a no menos de 5000 lenguas que, a la hora de discutir, pueden tener distintas visiones con distintas doctrinas”. En este sentido subrayó que “es sólo a través del diálogo social efectivo e interregional que se ha podido llevar a cabo las reflexiones y los acuerdos necesarios en materia de convenios, para que todos los cambios que abarcan la problemática socio-laboral tengan un marco internacional progresista. El diálogo social es el instrumento principal”. Sin embargo, aclaró que la realidad latinoamericana pone de manifiesto que “hay todavía una enorme brecha con lo que sucede en la realidad”.
Una vez más el especialista de la OIT señaló que “el diálogo social es insustituible dentro de la OIT y de las Naciones Unidas. Dentro de esta globalización injusta, el diálogo social y el trabajo decente son los instrumentos para superar la crisis”. Entre las condiciones que presupone el diálogo social, González-Olaechea mencionó: “Una visión clara y compartida entre todos los actores de la necesidad que se implemente el diálogo social. Esta predisposición política debe ser manifiesta. También significa el reconocimiento del valor del otro. En tercer lugar, tiene que tener un plan de actividades, un cronograma a ser ejecutado. Por último, el diálogo social tiene que ser público, significa la publicidad de los actos de gobierno; debe ser una invocación permanente a todas las instituciones de la sociedad”.
 Para finalizar, el Director de la OIT invitó a la reflexión: “Si dentro de la OIT, con un concierto de más de 5000 lenguas y visiones diversas hemos podido avanzar, durante 70 años, en distintas materias, me pregunto ¿por qué nuestros países no han logrado en los últimos 30 años avanzar lo suficiente en materia de diálogo social? La respuesta clara en América Latina podría estar expresada en el debate que ha habido respecto a las políticas económicas y la naturaleza del gobierno. A veces los gobernantes piensan que es más fácil trabajar de manera particular, en vez de hacerlo de manera compartida y pública. Sin embargo, para que un desarrollo social económico y social sea sostenido en el tiempo, el diálogo social es el único mecanismo para producir los consensos necesarios”.

Homenaje a Tissembaum
Además se realizó un homenaje al Dr. Mariano Tissembaum, en reconocimiento a su destacada trayectoria en el campo del derecho laboral. En dicho contexto, el rector de la UNL manifestó: “Mariano Tissembaum, reformista, jurista y profesor universitario, siendo estudiante universitario de la entonces Universidad Provincial, protagonizó los episodios que permitieron en 1919 la transformación de esta última en Universidad Nacional. En 1923 fue elegido Secretario General de la UNL y desempeñó el cargo hasta 1933, año en que renunció para consagrarse a la docencia. Esta labor la realizó en distintas instituciones de la ciudad, del país y del mundo. La mayor parte del tiempo lo dedicó a la enseñanza del derecho del trabajo en la Facultad de Ciencias Jurídicas y Sociales. En esa facultad impulsó la creación del Instituto del Derecho del Trabajo, siendo su director de 1938 a 1956. Participó de varias revistas internacionales y realizó diversas publicaciones. Por su vasta trayectoria y por su formación jurídica y pedagógica, en 1967 fue distinguido como profesor Honoris Causa de esta casa de estudios. Estas palabras son para recordar a quien fuera un verdadero maestro en el Derecho del trabajo”.