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El rector de la Universidad Nacional del Litoral (UNL), Miguel Irigoyen, junto el Secretario de Extensión de la UNL, Gustavo Menéndez, y los directores de Eudeba y Ediciones UNL, Gonzalo Álvarez y José Luis Volpogni, respectivamente, dieron un cálido inicio a la ceremonia de presentación de “El tiempo no para” de Ernesto Meccia. Luego, un panel de reconocidos intelectuales entre los que se destacaba el autor de la obra, presentó de manera formal el ejemplar.

En esa ocasión, Mario Pecheny, Dr. en Ciencias Políticas, distinguió la obra por el configurarse como la narración y la reconstrucción de un linaje que históricamente se interrumpía y encontraba dificultad para constituirse como un legado generacional. Sus palabras hicieron reflexionar al auditorio sobre el carácter colectivo del “El tiempo no para”; obra que sin lugar a dudas posibilitará la construcción de aquí en delante de la cadena de la memoria colectiva de todo una comunidad.

Por su parte, la política, filósofa y actual directora del Observatorio de Género en la Justicia del Consejo de la Magistratura de la Ciudad de Buenos Aires, Diana Maffía, destacó la maravillosa oportunidad de “narrar para sanar” que constituye la obra a partir de la reconstrucción de la forma de narrar la propia homosexualidad de los últimos homosexuales. En ese sentido, resaltó la significativa oportunidad que el libro representa para toda la comunidad que ha atravesado una argentina distinta, en la que plantarse como homosexual significaba una profunda escisión social;

Para el momento de escuchar las palabras de un emocionado Ernesto Meccia el auditorio ya estaba repleto con asistentes que se sentaban en el piso o se acomodaban en los pocos espacios vacíos del salón. La alocución del autor tuvo la misma calidez y rigurosidad que su libro y, al igual que en la obra, logró, aquí también, transmitir con amor y rigor sociológico las claves conceptuales y metodológicas del texto..

Meccia y su investigación lograron atravesar desde la narrativa las distintas formas que adoptó la homosexualidad a través de los años en este país para manifestarse, legitimarse y así existir y subsistir. Su obra nos remite inevitablemente al concepto ya señalado por Maffía: esta reminiscencia al narrar para sanar; y creemos no equivocarnos la razón: en la investigación de Ernesto Meccia no cabe duda que toda una generación encontrará al fin consuelo.