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El evento se llevó adelante en la fábrica de la cervecería artesanal Palo y Hueso, la cual dio lugar a que integrantes de grupos de investigación y equipos de gestión de vinculación tecnológica de la Universidad Nacional del Litoral  (UNL) junto a investigadores que decidieron fundar empresas compartan de forma distendida una tarde de intercambios de experiencias en el desarrollo de sus proyectos empresariales. El fin de esta jornada fue dialogar acerca de lo aprendido para generar un modelo de negocio innovador que partiendo de un desarrollo tecnológico realizado en la universidad pueda llegar al mercado. Fue una excelente oportunidad para escuchar a las spin off universitarias que han recorrido el camino desde la investigación hasta la creación de empresas exitosas, quienes compartieron información valiosa y motivaron a los presentes a dar el salto. La importante y valiosa interacción final se dió en función de consultas en relación a la valoración de la empresa y de la tecnología, los principales obsctáculos, los aspectos legales y las cuestiones emocionales que ayudan en la tarea.

Renata Reinheimer fundadora de Infira; Osvaldo Sponton fundador de Homo Foods; y Ricardo Kratje, fundador de Zelltek y BioSynaptica fueron los encargados de compartir sus recorridos.

La actividad fue organizada por el Cetri Litoral de la Secretaría de Vinculación Tecnológica e Innovación de la UNL. “Tuvimos como objetivo lograr que investigadores tengan un contacto de primera mano con otros investigadores de la Universidad que ya han dado el paso a ser empresarios. Esto completa un camino que fuimos recorriendo durante todo el año de capacitación y formación. Fue una reunión sumamente interesante, con muchos proyectos y fundamentalmente los emprendedores de tres de las empresas que han surgido de la UNL que compartieron ideas claras sobre qué es lo que se necesita, cuáles son los desafíos y cuáles son los problemas que tuvieron enfrentar. Me parece que es una herramienta fundamental, fue una experiencia muy positiva en un ambiente descontracturado donde se lograron conversaciones entre todos los actores”, afirmó Javier Lottersberger, secretario de Vinculación Tecnológica e Innovación de la UNL.

Tres caminos, tres recorridos

Para iniciar la instancia de networking cada uno de los tres invitados expuso algunas de sus apreciaciones sobre el proceso de conformación de una spin off universitaria. Inició Osvaldo Sponton, socio fundador de Homo Foods, una empresa que busca producir alimentos desarrollados con ingredientes vegetales, más saludables a los de origen animal, sin sacrificar la experiencia sensorial y sin cambiar hábitos. “Mi idea parte de un interés personal: soy vegetariano y demandaba al mercado alimentos que no tenía. Entonces me propuse elaborarlos, ya que por mi formación estoy capacitado para hacerlo”, comentó Sponton y agregó que inició su investigación de modo particular. En el Programa UNL Potencia, una línea de incubación y desarrollo de startups de la UNL se conoció con su socio, quién también tenía interés en los alimentos más saludables y mayor experiencia en las áreas de comercialización. En ese marco decidieron unirse para fundar Homo Foods. “Una vez que tuve la idea y me decidí a emprender empecé a soñar, a volar. Luego viene la parte de bajar a tierra, para eso me contacté con Renata y luego con Ricardo aquí presentes, que me asesoraron y acompañaron. Esta actividad es una herramienta que tiene mucho potencial”.  

En cuanto a la relación con la investigación, comentó que “encarar una empresa en paralelo con el trabajo cientifico nos permite ir conociendo criterios que enfocan y orientan los desarrollos” y agregó que esta línea es hoy su principal proyecto de investigación.

Seguidamente fue el turno de Reneta Reinheimer, socia fundadora de Infira, una startup que desarrolló un método tecnológico que permite mejorar notablemente las características agronómicas de las plantas, de modo que puedan vivir más tiempo y ser más productivas. “Mi historia nace en el laboratorio, a través de un descubrimiento: la posibilidad de extenderle la vida a las plantas. En lo personal, no tenía experiencia en lo que era transferir ni emprender. Lo primero que se me ocurrió fue golpear las puertas del Cetri, de la Secretaría de Vinculación, donde encontré la escucha. Ahí comenzó un proceso de diálogo y de comunicación que es muy importante para que otras personas, que no son especialistas en lo que hacemos, lo puedan entender.  La comunicación es fundamental para el proceso de crecimiento”, comentó. “Este proyecto y esta tecnología que nació en el laboratorio, me despertó la idea de solucionar un problema esencial, el de la producción agrícola y el impacto ambiental. Ya con la patente concedida tenía la posibilidad de licenciarla a alguna compañía ya existente, pero corría el riesgo que no le diera el uso a la tecnología para el cual fue desarrollada. La otra opción era constituir una empresa de base tecnológica y fuimos por ese lado. Muchas cosas las aprendimos en el camino, fue un proceso de ida y vuelta, de feedbak. De varios ´NO´ que había que aceptar y reacomodarnos para transformarlos en ´SI´, de aprendizajes con los que fuimos moldeando la idea y transformándola en proyecto”, agregó. Luego comentó cómo fue la conformación del equipo emprendedor y la relación con otros actores del ecosistema emprendedor como el Parque Tecnológico del Litoral Centro y la Aceleradora Litoral.

Para finalizar fue el turno de Ricardo Kratje, quién fue uno de los creadores de Zelltek y es socio fundador de Biosynaptica; dos empresas biotecnológicas radicadas en Santa Fe. En su presentación hizo énfasis en las decisiones que en los distintos equipos de trabajo hay que ir tomando para conformar una empresa. Inició comentando sobre los orígenes de Zelltek, una firma que produce un principio activo que se utiliza en medicamentos esenciales para el tratamiento de anemias relacionadas con enfermedades renales crónicas y actualmente exporta a distintos países del mundo. Entre algunas de esas decisiones comentó sobre la importancia de tener en claro el modelo de negocios. También expresó que “cuando fue el momento de vender la firma, lo hicimos porque nos dimos cuenta que entre los tres socios fundadores no lograríamos obtener los fondos necesarios para construir una planta con todos los requisitos que conlleva”, y agregó que “finalmente, luego de buscar partners durante tres años, la empresa que compró nuestro proyecto se instaló en el Parque Tecnológico y hoy tiene 100 empleados. Es un orgullo para nosotros. Incluso seguimos con una vinculación para desarrollar nuevos productos”.

Además compartió sus ideas acerca de la importancia que tienen los spin off en la formación de recursos humanos, que por el conocimiento específico necesario requieren un acompañamiento dentro del propio equipo, lo que va multiplicando también las investigaciones. Siguientes proyectos dieron lugar a la generación de nuevos productos que hoy permitieron la presentación de una patente en distintos países y la conformación de una nueva spin off: Biosynaptica, que se encuentra desarrollando soluciones para el tratamiento de enfermedades neurodegenerativas. “En este caso es un producto innovador y no sabemos si va a cumplir el rol que queremos, hacen falta pruebas y decidimos asumir los riesgos” y además comentó que se aliaron con grupos de investigación de una universidad Argentina y una Alemana.

Todos los participantes destacaron la importancia que tuvieron los distintos instrumentos disponibles en la Universidad para el desarrollo de spin off y en el ecosistema emprendedor de Santa Fe.

Finalizadas las presentaciones, los asistentes pudieron realizar consultas según sus intereses. Para terminar el encuentro, efectuaron una recorrida por la planta de producción de Palo y Hueso, una empresa santafesina que fue incubada en Expresiva, la incubadora de emprendimientos culturales de Santa Fe, también vinculada a la UNL.

Para mayor información sobre spin off de la UNL ingresar en www.unl.edu.ar/vinculacion