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En el Día del Investigador, la Universidad Nacional del Litoral (UNL) invitó a Daniel Barraco, doctor en Física del Conicet y docente de la Universidad Nacional de Córdoba (UNC), para reflexionar sobre las permanentes contradicciones con las que conviven los científicos a diario. En un tono ameno y desde un punto de vista ecléctico, brindó su conferencia en el Auditorio de la Facultad de Ciencias Económicas (FCE).
“Los que hacemos ciencias exactas, lo primero de lo que nos damos cuenta es de que de exactas tienen poco. Eso nos da una sensación de que no hay ciencia estable, ni ciencia absoluta, salvo en el mundo de las matemáticas, porque en las otras todo es relativo y perenne”, sostuvo Barraco.
Por otra parte, se refirió a la necesidad de los investigadores de publicar, otra situación “esquizofrénica” que implica que las “publicaciones crezcan muy rápido, más que la velocidad de la luz. Eso hace que se cuestione cómo funciona el ámbito de la ciencia”.
Además, dijo, existe la visión de la gente, que interpreta que los investigadores son “todos buenos y sacrosantos, pero nadie tiene en cuenta que a veces hay científicos que se roban trabajos o que hay quienes toman trabajos de estudiantes”.
“A la vez, todos sabemos que tenemos evaluadores de las cosas que hacemos, pero son pares evaluadores, es decir, nosotros mismos. Muchas veces hemos visto que se publica cualquier cosa, demostrando que el sistema es completamente falible y que no es cierto que el hecho de publicar en determinado lugar signifique que algo sea de calidad. Se está perdiendo el pensamiento crítico. Esto sucede por la presión para acelerar las investigaciones y, por ende, se pierde reflexión”, lamentó Barraco.
Asimismo se refirió a las presiones para democratizar la ciencia, porque una vez que se hace “hay que luchar con la crítica” o “con la censura de los propios pares” por la manera en que se divulga.
“También están los muchachos del otro lado del mostrador: los industriales y, en particular, las PyMEs, que quieren que les resolvamos determinados problemas, pero que luego no quieren pagar los costos”, mencionó.
Barraco se preguntó entonces: “¿En qué quedaron esos chicos impolutos que querían vivir de la ciencia? Quedaron en las trivialidades del mundo científico. Sobre todo cuando se quiere hacer transferencia, la inocencia se fue. Mientras tanto, uno va intentando hacer cosas y crecer”, comentó.

Esquizofrenia
El resultado de esas situaciones, ha sido “un manicomio completo de investigadores esquizofrénicos”, cuyo efecto se refleja en la economía de los últimos 50 años: “En la década del 60 el PBI global argentino era equivalente al de Brasil, mientras que en 2008 era la mitad del país vecino. Los brasileños son maestros en invertir en educación y ahora sustituyeron a Estados Unidos como lugar adonde van los investigadores para formarse”, reflexionó.
Sin embargo, Barraco afirmó que existe “una luz” para el país: “Estamos viviendo una revolución industrial equivalente a la del siglo XVIII en cuanto a la energía y Argentina tiene grandes oportunidades por la energía eólica, la solar, geotérmica y la mareomotriz. Particularmente, no creo en la frase ‘estamos condenados al éxito’, pero sí que no estamos condenados al fracaso. Todo dependerá de lo que hagamos”, finalizó Barraco.
Barraco es doctor en Física y docente de la Facultad de Matemática, Astronomía y Física de la UNC. Es autor de numerosos artículos científicos publicados en revistas internacionales y de divulgación científica que han sido difundidos en revistas y en diversos periódicos de Córdoba y Capital Federal. También participó de programas radiales y de televisión y es asesor de diversas entidades públicas así como de legisladores y de empresas, en áreas afines a la ciencia, educación y la tecnología.

Sobre el Día del Investigador
Bernardo Houssay nació el 10 de abril de 1887 y en su honor se dispuso el Día del Investigador Científico en la Argentina; ya que fue un ejemplo en la realización de tareas de investigación, fue el primer científico latinoamericano distinguido con el Premio Nobel, entre otros honores recibidos y fue un destacado hombre de gestión.