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La charla “Crear con innovadores y ganar con innovaciones” estuvo destinada a aquellas personas interesadas en promover las inversiones por medio de capital de riesgo. Se realizó en la sede del Banco Credicoop de la ciudad de Santa Fe y contó con la presencia del gerente Darío Leguizamón y el director de Desarrollo Productivo de la UNL, Julio Talín. Luis Felipe Agramunt fue el encargado de esta motivación que se realizó en el marco del Foro de Capital para la Innovación – Región Litoral Centro. El objetivo de estas capacitaciones es sensibilizar a posibles inversores e invitarlos a participar del Encuentro Anual que se llevará a cabo el jueves 5 de noviembre en la Bolsa de Comercio de Santa Fe.

Dentro de los temas tratados, el expositor hizo especial hincapié en la innovación, en el perfil emprendedor, las razones para innovar, en cómo mejorar la capacidad de absorción y potencializar la innovación a través del trabajo interdisciplinario.

Con respecto a la innovación, Agramunt sostuvo que hay un sujeto y un objeto. "El sujeto es el innovador, la persona que lleva adelante el proyecto con el cual tenemos que relacionarnos. Por otro lado hay un objeto, que es la innovación en sí misma. La innovación como tal y los innovadores no son necesariamente personas duras que sólo miran un desarrollo tecnológico. Innovador es una persona con ciertas y determinadas condiciones para anticipar algunas cosas, mejorar algún proceso, generar un producto nuevo o abordar una temática de una manera distinta a la que se hacía hasta ahora. Hay muchísimos innovadores e innovaciones que no tienen que ver con lo duro". En ese sentido describió algunos casos para ejemplificar que hay distintos perfiles de emprendedor.

Sobre ese tema, “cuando hablamos de emprendedores mucho también tiene que ver el tema del liderazgo: hasta dónde el innovador está convencido de su proyecto y hasta dónde tienen la posibilidad de ejercer ese liderazgo”. El sujeto innovador tiene que tener ideas y convicciones, “y si yo no quiero innovar, innova el de al lado. A veces no avanzar es retroceder, porque los otros siguen adelante”.

Al respecto dijo que muchos tienen un concepto equivocado y creen que la innovación es algo duro para ingenieros o biotecnólogos. Pero el innovador no necesariamente tiene un título profesional, es un sujeto que tiene convicciones, proyectos y la idea de compartir las cosas. “Difícilmente una brillante idea avance si no se comparte. Las redes contribuyen a eso, el Foro de Capital no es más ni menos que eso”, afirmó el disertante y desarrolló el concepto de que la innovación hace a la persona más competitiva, que a través de redes se acceden a mejores innovaciones y hay que hacer un esfuerzo interno en favorecer que la gente con la que se trabaja se mueva.

“Fracasar debería ser más fácil”
En una segunda parte de la charla, Agramunt se refirió al fracaso y al rol que tiene en la puesta en marcha de proyectos. En ese sentido, se tiene que empezar a pensar que la innovación no cae del cielo, hay un rol importante que tiene que ver con hacer que la sociedad se potencie competitivamente. “Obvio que este tipo de actividades tienen una cuota muy alta de fracaso, sino lo fuera así, la tasa de beneficio sería mucho más baja”, declaró y realizó una comparación con la tasa de interés que paga un banco cuando uno está dispuesto a hacer una inversión, que tiene que ver con tres factores: el interés en sí mismo, el nivel de inflación y el riesgo que suponga la inversión.
En estos casos, el riesgo en las inversiones de capital es alto porque el nivel de fracaso es importante. Pero qué hay que hacer ante el fracaso para que no nos paralice y no hagamos nada, se preguntó. “Acá en Argentina si uno fracasa, y hay que presentarse en quiebra, por cinco años estás inhabilitado. No toleramos como sociedad el fracaso. Esto no pasa en los países donde más producen innovación. A nadie le gusta fracasar pero si perdés hay que sacar experiencia y no hostigar. No hay que tener miedo al fracaso. Yo me saqué el miedo de trabajar con innovadores sabiendo que el innovador está cerca de hacerme perder pero sin ese riesgo no sería la esencia misma”.

Para finalizar la conferencia, Agramunt dijo que si se decide acompañar a personas innovadoras hay distintos caminos, la inversión en capital de riesgo es una opción. Y, sobre cómo se elije en qué invertir, “primero donde me enamore del proyecto; donde la dotación de capital que se exija sea acorde conmigo; donde estén claros los números; donde yo pueda poner tiempo, porque además de capital se necesita muchas veces del aporte personal; y donde haya racionalidad en todo el proceso y pueda salirme razonablemente bien. Hay que tener en claro que porque una persona ponga dinero en un proyecto no se va a hacer lo que el inversor quiere, hay que respetar al emprendedor sino se cae el proyecto como tal. Por ello es imprescindible dejar en claro los roles y estar dispuestos a fracasar”.