Edición 2018

Conjunción entre Ciencia y Arte en la Semana de la Ciencia

Viernes 9 de noviembre de 2018 / Actualizado el viernes 9 de noviembre de 2018

A través de una multiplicidad de acciones, se buscó promover el interés por el conocimiento, el arte y las prácticas científicas, alentar la curiosidad y generar preguntas e inquietudes en niños, niñas, docentes y jóvenes.

Durante los meses de septiembre y octubre, la Universidad Nacional del Litoral (UNL) participó, una vez más, de la Semana Nacional de la Ciencia y la Tecnología, una iniciativa del Ministerio Nacional de Educación, Cultura, Ciencia y Tecnología.

Este año fueron más de 100 las propuestas, que incluyeron charlas, experiencias, juegos, talleres, visitas y obras de teatro en Santa Fe, Esperanza, Reconquista, Gálvez y Rafaela. Un dato distintivo de esta edición fue la incorporación de propuestas que conjugaron, entrelazaron a la ciencia y al arte.

En este sentido, se presentó la obra de teatro “Christiane”, un bio-musical científico que es un homenaje en vida a Christiane Dosne Pasqualini, reconocida investigadora científica, que llegó a los 22 años (en 1942) a Buenos Aires para trabajar junto al Premio Nobel, Bernardo Houssay. Nacida en Francia, criada en Canadá y argentina por adopción, Christiane se dedicó con ferviente pasión a buscar la causa del cáncer en sus ratones de laboratorio. Fue a su vez, la primera de su género en ocupar un asiento en la Academia Nacional de Medicina.

Christiane es mujer, es esposa, es madre y es científica. A través de esta pieza, nos adentramos en la vida de un ser aventurero y vanguardista. Este bio-musical científico -basado en la autobiografía de Christiane Dosne Pasqualini, “Quise lo que hice”- es el homenaje de una nieta actriz, Belén Pasqualini, a su abuela científica. Es una celebración a la vida y al trabajo, al arte y a la ciencia.

Asimismo, El Museo de Arte Contemporáneo (MAC), dependiente de la Secretaría de Ciencia, Arte y Tecnología de la UNL en colaboración con el Grupo Interdisciplinario TIAGAD de la Facultad de Ingeniería y Ciencias Hídricas (FICH) desarrollaron una instalación interactiva en el Edificio del Cubo de la Ciudad Universitaria.
 "Ciencia y arte: la importancia de observar" fue el nombre de la instalación que contempló nuevas tecnologías como códigos QR y recorridos 360. La puesta se fundamenta en dos obras de arte: "El alquimista", óleo sobre tela de Bacci Fiesole (1926) y "Los alquimistas", un acrílico sobre tela de Luis Gervasoni (2005).
Con esta instalación, desarrollada en el marco de la Semana Nacional de la Ciencia y la Tecnología, el Museo de Arte Contemporáneo comenzó con sus "Muestras itinerantes", con la intención de visibilizar su patrimonio en unidades académicas y en otros espacios de la Universidad.

Por su parte, se realizaron las actividades “Buenas ondas: un encuentro entre la Física y la Música”, a cargo de docentes del Instituto Superior de Música de la UNL, y “Museo de Arte Contemporáneo (MAC) itinerante. “Manuscritos Elgotas”, sobre la obra de Eduardo Elgotas” en la ciudad de Rafaela.

A través de una multiplicidad de acciones, se buscó promover el interés por el conocimiento, el arte y las prácticas científicas, alentar la curiosidad y generar preguntas e inquietudes en niños, niñas, jóvenes y docentes, así como involucrar a distintos actores sociales y académicos en las actividades que se realizan en los diferentes ámbitos de la UNL y provocar una reflexión en la intersección entre la ciencia y el arte.

Actividades para los más chicos

En la experiencia que se desarrolló en el Centro Científico Tecnológico CONICET Santa Fe, más particularmente en el Instituto de Desarrollo Tecnológico para la Industria Química (INTEC-UNL-CONICET), un grupo de alumnos de primer y segundo grado pusieron manos a la obra y realizaron experimentos educativos en papel: “Se abordaron conceptos físicos y químicos, mediante la fabricación de dispositivos sencillos”, indicó el Dr. Federico Schaumburg, quien estuvo a cargo de la actividad, junto a la Lic. Joana Macagno y al Dr. Claudio Berli.

“Se realizaron ensayos colorimétricos con tintas y ensayos de detección con sustancias conocidas. Se utilizaron materiales asequibles, los alumnos se encargaron de la fabricación de los dispositivos, de realizar el experimento, de sugerir por qué ocurría lo que acontecía (hipótesis) y, finalmente, se realizó una puesta en común de los resultados en busca de conclusiones”, añadió Macagno.

“Nuestra escuela se caracteriza por mostrarle a los alumnos la mayor cantidad de oferta que hay en materia de ciencia y tecnología, para que vean otras opciones de posibilidad de estudio cuando ellos sean más grandes, que tienen otras opciones de vida”, explicó una docente perteneciente a la Escuela Nº 42 “General Gregorio Las Heras”, de la ciudad de Santa Fe.

“Nosotras trabajamos en una escuela de la perisferia, y a lo mejor si ellos no vienen a estas instancias, ni siquiera llegan a conocer que en la Universidad Nacional del Litoral (UNL) hay carreras de grado, que pueden estudiar; cómo así también, que cuando sean grandes pueden estudiar y trabajar acá, en el Predio CONICET, con el propósito de abrirles el panorama, que tengan otras oportunidades”, prosiguió la docente.

Mientras la docente hablaba, un niño le preguntó: “¿seño, dónde estamos?” Y la maestra respondió: “Vinimos al Centro Científico Tecnológico CONICET Santa Fe, que es la escuela donde las personas grandes estudian e investigan. Cuando crezcas puedes asistir”. Luego, este niño se quedó jugando con las pipetas, y los tubos de ensayo entre gradillas y líquidos. A lo mejor, ese niño es un embrión de un futuro científico.

“Para nosotros estuvo muy buena esta instancia porque en el 90% de los casos no conocían el Centro Científico Tecnológico CONICET Santa Fe, es muy positivo que la sociedad participe, conozca a los Institutos UNL-CONICET, en nuestro caso el Instituto de Desarrollo Tecnológico para la Industria Química (INTEC)”, concluyó Macagno.


 

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