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Trescientos tres inscriptos comenzaron en febrero el cursado de los cursos de articulación para la Licenciatura en Obstetricia, una nueva propuesta de grado de la Facultad de Ciencias Médicas (FCM) cuyo objetivo es fortalecer la formación de los futuros profesionales con una fuerte impronta hacia las comunidades en las que se hallan insertos, para trabajar en pos de la disminución de la mortalidad materno – infantil y lograr una mayor accesibilidad de las mujeres y los niños al sistema de salud y a la atención. Dura cinco años y cuenta con actividades teóricas y formación práctica en diferentes ámbitos de atención, con orientación hacia la atención primaria de la salud.

La Licenciatura se gestó a través del trabajo mancomunado con el Colegio de Obstetras de 1° Circunscripción y con el apoyo del Ministerio de Salud de la Provincia de Santa Fe. Con el objetivo de extender las oportunidades de acceso a la región, el cursado también se realiza de forma descentralizada en el Centro Educativo Tecnológico de la Fundación ATILRA, en Sunchales, bajo convenio con la Sede Rafaela-Sunchales de la UNL.

“Tenemos una gran cantidad de inscriptos a la carrera, que superan los trescientos aspirantes. De estos, las dos terceras partes se anotó en la Sede Santa Fe y el resto en la Sede Rafaela-Sunchales. Esto expone claramente la vacancia que existía en la formación profesional”, cuenta Matías Candioti, secretario académico de la Facultad. Por su parte, la coordinadora de la carrera y presidenta del Colegio de Obstétricas, Andrea Ducasse, apunta al respecto que “la propuesta en Santa Fe es de suma necesidad, porque hay un número insuficiente de profesionales para cubrir lugares de trabajo vacantes”.

La carrera busca formar profesionales con capacidad de prestar atención integral en la salud obstétrica de la mujer, del embarazo, parto y puerperio, en los diferentes niveles de complejidad pero sin perder de vista la sensibilidad y humanización necesarias en el trato para con la mujer embarazada y el lactante; integrando sus aspectos biológicos, psicológicos y socioculturales. Éstos tendrán formación humanística y conocimientos científicos que dirijan su acción profesional en la atención Primaria de la Salud (APS), con bases científicas acordes a la medicina basada en la evidencia. “No serán sólo profesionales que acompañen o asistan un nacimiento, sino que tendrán una formación para acompañar a la mujer en las diferentes etapas de su vida. Ya sea desde la adolescencia con salud sexual y repoductiva, con la planificación de los embarazos, acompañando y educando en lactancia materna, realizando gestiones en los servicios de obstetricia, ejecutando acciones de promoción de la salud y prevención de enfermedades”, cuenta Ducasse. 

“En este nuevo desafío, y, al igual que en la carrera de medicina, se utilizarán nuevas herramientas para la educación, como es el aprendizaje en el Centro de Simulación que posee nuestra Facultad y que permitirá el abordaje de determinadas problemáticas y la adquisición de gran cantidad de habilidades y destrezas en un ambiente simulado, con la utilización de muñecos que reproducen diferentes situaciones de la mujer o el niño, tanto sano como enfermo”, señaló Candioti.