En huertas

Combaten una plaga del repollo con menos plaguicidas

Jueves 12 de noviembre de 2009

Científicos de la UNL estudiaron la polilla del repollo para determinar la forma más eficiente de controlarla y reducir las pérdidas en el cultivo. Ahora capacitan a productores de la región para que apliquen los agroquímicos en la cantidad y momento justos.

Hasta el 30 por ciento de la producción de repollo del cinturón hortícola santafesino se pierde a causa de una plaga: la polilla del repollo. Investigadores de la UNL estudiaron la biología del insecto, su acción sobre las plantas y los métodos para combatirla. De esta forma lograron delinear un manejo racional de la plaga.
Identificaron que la aplicación de agroquímicos -los mismos que los productores de la región ya usan normalmente- en los primeros estadios de la planta es el momento óptimo para controlar la plaga. Así se evita la aplicación reiterada, lo que implica un beneficio sanitario, ambiental y económico.
“Hicimos consultas a nivel de productores de la zona y encontramos que había dificultades para controlar esta plaga. Por ello de todas las verduras de hoja que se producen en la región decidimos trabajar sobre la polilla del repollo que produce daños, no tanto en cantidad de producción -porque ataca plantas muy pequeñas- pero sí en su calidad ya que provoca que no se formen las cabezas del repollo”, contó Daniel Sánchez, director de la línea de investigación de la Facultad de Ciencias Agrarias (FCA) de la UNL.
“La idea es atenuar o disminuir el efecto de la plaga y hacer un manejo más racional tratando de volcarlo a través de la extensión en las buenas prácticas agrícolas que es lo que nosotros creemos que se tiene que hacer. Se trata de hacer todo lo mejor que se pueda para que el impacto en el ambiente sea el menor posible”, resumió.
Además, el conocimiento generado también permite controlar la plaga en otros cultivos en los que genera importantes daños, sobre todo en colza y coliflor.

Distintos aspectos
Para lograr un manejo integral, los científicos encararon el estudio desde diversas aristas. Por un lado, indagaron en las características del insecto (Plutella xylostella). “Trabajamos en la cámara de cría de la facultad a distintas temperaturas controladas para ver el tiempo que demora desde que se pone un huevo hasta que se desarrolla el adulto”, dijo Sánchez.
Para conocer la influencia de la temperatura, los investigadores siguieron los indicadores del problema con la plaga en períodos anuales y cruzaron los datos con los registros de temperatura. “Vimos que el problema crece junto con el calor. En invierno no hay y empiezan a aparecer con la primavera y el verano. Si no se controla bien la plaga en ese momento, se escapa”, explicó el investigador.

Control
En el trabajo con los productores. los investigadores observaron que los agroquímicos que se utilizan comúnmente para controlar la polilla son efectivos, pero podían optimizar su uso si determinaban en qué momento y cantidad aplicarlos.
“Ensayamos tratamientos en distintos momentos: en el transplante; cuando la planta tenía de 4 a 6 hojas; cuando tenía entre 8 a 16; o más de 24 hojas. Se hacía un tratamiento en ese momento y en esa parcela no se intervenía más”, explicó Sánchez.
Determinaron que cuanto más temprano se aplica el tratamiento de control de plaga, hay una menor incidencia de daño. Así identificaron el momento ideal de aplicación que permitía con un único tratamiento eliminar el problema.
Como alternativa o complemento al uso de agroquímicos, los expertos indagaron sobre la existencia de enemigos naturales, es decir, otros “bichos” que se alimenten de los huevos de los que son perjudiciales.
“Observamos tres o cuatro insectos que son importantes y que en algunos casos están ya identificados en género y en especie. Pero no es una tarea fácil y tuvimos algunos problemas para reconocer la especie. Actualmente estamos esperando unos resultados del análisis de un material que enviamos a Brasil”, señaló.

Con los productores
Para que todo este conocimiento generado en torno a un problema productivo de la región llegue a los protagonistas, el grupo de investigación encaró tareas de extensión. “Desde el año pasado estamos visitando productores hortícolas pero el próximo paso es una reunión para contarles lo que surgió de las investigaciones y repartir folletería informativa”, adelantó Sánchez.
El grupo, dirigido por Sánchez de la cáteda de Sanidad Vegetal, está integrado por Isabel Bertolaccini de Zoología agrícola, Cristina Veggi de Sanidad Vegetal y tres alumnos.

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