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El programa nacional “Los Científicos van a las escuelas” tuvo su acto de cierre en Santa Fe, en una jornada donde los quince científicos de institutos y laboratorios de la Universidad Nacional del Litoral, junto a directivos y docentes de diferentes escuelas de la provincia, pusieron en común las experiencias logradas durante cuatro meses de trabajo en conjunto.

La jornada, realizada en la Facultad de Bioquímica y Ciencias Biológicas de la UNL, se extendió durante todo el día y comenzó con un acto de apertura donde participaron autoridades de las instituciones que intervinieron en esta iniciativa. Erica Hynes, secretaria de Ciencia y Técnica de la UNL destacó la necesidad de poner en valor el trabajo que se realizó este cuatrimestre. “Nosotros siempre nos sumamos con mucho entusiasmo porque sabemos que hay un grupo de divulgadores de la UNL, que son tanto becarios como docentes-investigadores y personal de apoyo de Conicet que está muy  interesado y dispuesto a este tipo de tareas. También sabemos que hay un grupo de escuelas de la región que participan de las iniciativas de la Universidad y de la provincia y nos pareció una buena oportunidad para trabajar juntos”.

Federico Paggi, Subsecretario de Innovación Educativa y Relaciones Institucionales del Ministerio de Educación de la provincia de Santa Fe, en representación de la ministra de Educación Claudia Balagué, habló sobre la importancia transmitir el mensaje de que todo se consigue con un proyecto y con esfuerzo. “Nuestro trabajo tiene que ser decirle a nuestros niños, niñas y adolescentes “vos podés ser un científico”. Experiencias como éstas permiten mostrar que todos los seres humanos tenemos esa posibilidad, sólo debemos ponernos en movimiento y esto es posible con el apoyo de la sociedad, que es importantísimo”

Por su parte, Marcelo Barat, subsecretario de apropiación social de la Secretaría de Estado de Ciencia, Tecnología e Innovación de la Provincia de Santa Fe se mostró muy conforme con esta experiencia. “Los docentes de toda la provincia tienen gran avidez por poder conectarse con gente de la ciencia y poder trabajar en las escuelas. Muchas veces no existen instancias institucionales que los contengan, y en muchos casos los profesores se mueven de manera individual, lo que provoca un desgaste. Estas iniciativas se toman con muchísima avidez y compromiso. Con los años fuimos construyendo un vínculo con el área educativa y hoy día tenemos un trabajo muy aceitado”.

De la universidad a las aulas

La puesta en común y evaluación del trabajo conjunto fue un espacio donde abundaron las anécdotas graciosas, la emoción y también la sorpresa. Aunque quedan cuestiones para seguir mejorando, como la duración del programa, la mayoría coincidió en resaltar el valor positivo de esta experiencia.

“Estoy feliz de haber participado, a nivel personal fue maravilloso”, dijo entusiasmada la Dra. María Sol Ávila, investigadora en el Grupo de Investigación en Ciencia e Ingeniería Catalíticas (GICIC), del Instituto de Investigaciones en Catálisis y Petroquímica (INCAPE) de doble dependencia UNL-Conicet. Inmersa en el ambiente universitario y científico, vivió un verdadero desafió cuando le tocó preparar guías de experimentos y trabajos sobre materia y energía para alumnos de primer grado.“Planteamos algunas experiencias con la docente y la vicedirectora, y tuve oportunidad de hacerlas con los chicos en el laboratorio. Fue fantástico porque los chicos en esa edad están llenos de preguntas, se cuestionan todo. Personalmente fue muy enriquecedor y creo a la escuela  también le resultó positivo por haber hecho experiencias nuevas”.

Cristina Castro, la vicedirectora de la Escuela 1317 del barrio El Pozo, destacó por su parte la sorpresa que fue para los alumnos, conocer a una científica como la Dra. Ávila y trabajar con ella en el aula. “Pensaban que el científico iba a ser diferente, consideraban que tenía que ser un hombre y se sorprendieron mucho al ver a una mujer”. La directiva indicó que en la escuela tienen un proyecto institucional que busca revalorizar las ciencias naturales y estaban trabajando en un plan con los ciclos superiores. El aporte de María Sol vino a completar el trabajo en el área vacante, que era con los alumnos más pequeños. “Ella trabajó en experiencias en el laboratorio y en la elaboración de guías de experimentos para primero, segundo y tercer grado. Se involucró con los más chiquititos de la escuela y fue una ayuda invalorable”

Sobre el programa

El programa “Los Científicos van a las escuelas” es una iniciativa que propone la interacción entre científicos y docentes para el enriquecimiento de las clases de ciencia en el aula, mediante proyectos de colaboración centrados en las ciencias naturales. Andrea González, una de las coordinadoras del programa en Santa Fe, destacó que es la primera vez fue participan el nivel secundario, terciario y educación de adultos, por lo que esta edición fue todo un desafío.

“Las escuelas valoran muchísimo las llegada del científico a las instituciones educativas, porque ayuda a romper con el mito de que el científico es alguien  ajeno a la cotidianeidad. El contacto directo que establece el docente con el científico es parte de esta ruptura pero también lo fortalece conceptualmente para el abordaje curricular. De ahí que esta experiencia es muy positiva”.

González destacó además que esta iniciativa es parte de un impulso mayor que lelva adelante el ministerio de Educación. “Este programa es parte de muchas acciones que estamos realizando junto a la SECTEI y a la UNL en el camino de alfabetizar científicamente”, concluyó.