Biotecnología
Brasil aprobó el trigo HB4, un desarrollo de UNL-Conicet y Bioceres
Jueves 11 de noviembre de 2021 / Actualizado el jueves 11 de noviembre de 2021
Es un desarrollo 100% argentino, producto de la colaboración público-privada entre UNL, CONICET y Bioceres. En 2020 el Gobierno nacional había aprobado su regulación convirtiéndose en la primera autorización del mundo para una tecnología de este tipo.
La República Federativa del Brasil, a partir de una disposición de su Comisión Técnica Nacional de Bioseguridad (CTNBio), aprobó la comercialización de la harina del trigo cultivado con tecnología HB4® de tolerancia a sequía que es única a nivel mundial. Se trata de un desarrollo íntegramente nacional impulsado por la empresa Bioceres, la Universidad Nacional del Litoral (UNL), el Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (CONICET) y la Facultad de Bioquímica y Ciencias Biológicas (FBCB-UNL) en el que un equipo de biólogos y biólogas moleculares junto a investigadoras e investigadores liderados por Dra. Raquel Chan comenzaron a trabajar hace más de 18 años en el Instituto de Agrobiotecnología del Litoral (IAL).
Cabe recordar que en octubre de 2020 el Gobierno nacional anunció la aprobación regulatoria por parte del Ministerio de Agricultura de la tecnología HB4® convirtiéndose en la primera aprobación en el mundo para eventos de tolerancia a sequía en trigo. Sin embargo, su comercialización en la Argentina se encontraba condicionada a la aprobación por parte de Brasil ya que el vecino país es el principal importador.
Desarrollo pionero
Desarrollada por un grupo de biólogos y biólogas moleculares junto a investigadoras e investigadores liderados por Dra. Raquel Chan, docente de FBCB-UNL y directora del Instituto de Agrobiotecnología del Litoral (IAL) perteneciente a UNL y CONICET, en alianza con la empresa argentina de biotecnología agrícola Bioceres, la tecnología HB4 permite obtener semillas transgénicas más tolerantes a la sequía, minimizando las pérdidas de producción, mejorando la capacidad de adaptación de las plantas a situaciones de estrés hídrico y dando mayor previsibilidad a los rindes por hectárea.
Oportunamente, Raquel Chan subrayó: “hemos encontrado un idioma común con la empresa Bioceres; pusimos los intereses colectivos del país por encima de los particulares”. También destacó “el apoyo brindado por la UNL, CONICET y el Gobierno nacional” y puso en valor “a todas las personas que han trabajado a lo largo de todo este proceso de casi dos décadas”. Finalmente, subrayó: “El mundo está empezando a entender que las tecnologías son necesarias para mejorar nuestra vida”.
Ciencia al servicio de la sociedad
“Es un nuevo hito en el posicionamiento de la Argentina en el concierto internacional de la economía del conocimiento”, aseguró el rector Enrique Mammarella. En este sentido, valoró “la alianza estratégica y virtuosa entre el sector público y el privado. El trabajo articulado a lo largo de estos años entre UNL, CONICET y Bioceres es un ejemplo de esto. Esperamos que sea un ejemplo para todos y todas, así logramos alcanzar niveles de inversión correspondientes al primer mundo”.
Luego, Mammarella subrayó que “la misión de las Universidades es trabajar para que la ciencia y el conocimiento estén al servicio de la sociedad buscando mejorar la calidad de vida de todos los ciudadanos de la Argentina y del mundo”. Además, el Rector de la Universidad Nacional del Litoral remarcó “la importancia trabajar en el apoyo constante a nuestros investigadores e investigadoras, pero también en las políticas de promoción y transferencia de resultados de las investigaciones. Este es un gran ejemplo para mostrar que el fortalecimiento de infraestructuras que atiendan el trabajo de la propiedad intelectual permiten facilitar el camino para el desarrollo de estos emprendimientos público-privado”. Finalmente, Mammarella enfatizó: “Reafirmamos nuestro compromiso con la Universidad pública, con la investigación y con la ciencia al servicio de toda la ciudadanía”.
Impacto de la ciencia argentina
Desde Bioceres remarcaron que “el trigo HB4 es un desarrollo 100% argentino, producto de la colaboración público-privada de más de 18 años entre Bioceres y el grupo de investigación del Instituto de Agrobiotecnología del Litoral, instituto doble dependencia UNL-CONICET, liderado por la Dra. Raquel Chan, responsable de la investigación que da lugar al desarrollo”. En este sentido, subrayaron que “la ciencia argentina sigue produciendo impacto” y detallaron que “las variedades de trigo HB4 tienen incorporado un gen del girasol que incrementa la tolerancia a condiciones de sequía, reduciendo las pérdidas de rendimiento frente al déficit hídrico”.