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Lograr el desarrollo económico y social, al tiempo que se propicia la conservación de la biodiversidad es el reto planteado. La importancia de la información, comunicación y participación ciudadana, así como la reivindicación del desafío ético que está en juego, son algunas de las conclusiones a las que arribaron académicos junto a referentes sociales del campo político tras el debate en el Primer Foro Nacional “Los caminos de la Sustentabilidad”, realizado en la Universidad Nacional del Litoral (UNL), semanas atrás.
Según resumió Rubén Pesci, reconocido arquitecto y director del Foro Latinoamericano de Ciencias Ambientales (FLACAM), la riqueza y la potencia del debate suscitado permitió sumar propuestas desde Argentina a la serie de encuentros propuestos por FLACAM –que en su carácter de cátedra UNESCO coorganizó el encuentro de la mano de la Secretaría de Extensión de la Universidad-.
En un breve recorrido, enumeró las experiencias previas y destacó que “México habló del holismo y la transdisciplina; Cuba de la necesidad del emprendedorismo y Colombia de ir a las causas. Este congreso ofreció un avance ya que destacó el saber hacer. La información, la comunicación y la participación constituyen la modalidad ineludible para llegar a los otros planteos”.
Otro de los aportes que destacó el arquitecto en su síntesis fue el atreverse a hablar de ética y utopía. “El ambiente es casi sinónimo de ética social, y plantear el problema en estos términos es otra contribución importante que vamos acumulando y que llevaremos al futuro foro en Brasil”, subrayó.
Con la elaboración del documento final concluye la primera de las acciones coordinadas entre FLACAM y la UNL. Pesci, en este sentido, ponderó el rol de las universidades como socias estratégicas del proyecto del foro.

Conservar en la ciudad
Preservar la biodiversidad en ambientes urbanos es uno de los desafíos actuales que enfrenta Iberoamérica. Las reservas de biósferas se presentan, entonces, como una alternativa que no sólo pretende resguarda el patrimonio biológico para las futuras generaciones, sino también articularlo con el desarrollo social y económico de las sociedades.
Durante el foro, fue el mexicano Sergio Guevara Sada, director de la Red de Reservas de Biósfera de Iberoamérica (IBEROMaB) de la UNESCO, quien recalcó la idea y propuso profundizar la relación entre la Red y FLACAM en próximas instancias.
“Estamos muy preocupados por crear nuevas reservas de biosferas, pero tenemos muy claro que la mayor parte de la población ahora vive en ciudades, y que las ciudades tienen una enorme influencia en los territorios y en los recursos de biodiversidad. Hemos cometido un error al crear las reservas de biosferas a espalda de las ciudades”, reflexionó Guevara.
Según detalló, el objetivo es que el desarrollo y la producción estén basados en la biodiversidad. “Lo que bien se usa, bien se conserva. Este es uno de los principios de las reservas de biosfera. Las poblaciones han aplicado modelos económicos, políticos y sociales que llevó a que más que conservando estemos explotando”, contó.
Como estrategia, Guevara destacó que es fundamental trabajar sobre las necesidades antes que sobre la conservación. “Las necesidades del futuro van a marcar el uso y la conservación, y no al revés. Tenemos que actuar sobre la cultura, que es la relación que tiene la humanidad con el medio ambiente, para modificar ese patrón”.
“Como seres humanos tenemos la responsabilidad de ser la oportunidad para que la naturaleza se mire a sí misma. El hombre es la forma que la evolución creó para pensarse y eso nos confiere una enorme responsabilidad”, reflexionó Guevara.