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El viernes 8 de mayo quedó inaugurada la Biblioteca Pública y Popular de la Asociación del Personal No Docente de la Universidad Nacional del Litoral (APUL). Emplazado en el la propia sede de 1º de Mayo 3164, el nuevo ámbito quedó formalmente abierto al cabo de un acto que contó con la presencia del rector Albor Cantard, el director del Centro de Publicaciones de la UNL, José Luis Volpogni, el secretario general del gremio Rubén Núñez, y demás autoridades universitarias y representantes sindicales.
Definida como un “un espacio para alumnos, desocupados, trabajadores y toda la comunidad”, la flamante biblioteca está dotada de diversas obras de literatura social y tendrá como fuente de consulta permanente el sitio www.biblioapul.org.ar, el que será habilitado en los próximos días y permitirá realizar consultas por título, autor o bien enviar un mensaje.

Más lectura
“La inauguración de una biblioteca en un sindicato es un doble placer porque conjuga el deseo de los trabajadores con la promoción de la lectura”, señaló el rector quien además citó la acepción otorgada por la Real Academia Española al término “biblioteca”: “local donde se tiene considerable número de libros ordenados para la lectura”. En ese sentido, consideró destacado construir espacios para la implementación de estrategias que promocionen la lectura y evaluó como un “hecho auspicioso” la apertura de esta biblioteca, “un lugar que permitirá implementar, mediante Ediciones UNL, un mayor acceso a las publicaciones”. Así también, Cantard agradeció y reconoció “el trabajo de quienes contribuyen a fortalecer la institución” con su labor diaria, y en este caso en especial, a los empleados administrativos y de servicios, “denominados no docentes”.

Emotivo
Por su parte, Núñez, calificó el acto inaugural como “emocionante”. “Nos sale del corazón. Para cada uno de los compañeros es un motivo de alegría, porque todos han aportado de una u otra manera, pidiendo muebles y textos que dan forma a esta biblioteca”. El secretario agradeció las donaciones recibidas con las escuelas Paso y Bustos, y a “las compañeras bibliotecarias que acompañaron la iniciativa. Su apoyo y crítica nos impulsa a sumar acciones de este tipo para mejorar nuestra calidad de vida, como es tener iniciativa y creatividad. Es este un desafío nuevo, un salto cualitativo que nos impone el desafío de estar permanentemente actualizados para capacitarnos”.
Al momento de realizarse el tradicional corte de cintas, se vivió un momento emotivo ya que el nombre que llevará será el de José Escribé Schmidt, ex director de la biblioteca de la FIQ y no docente que ha trabajado en varias dependencias de la casa de estudios, y fue homenajeado en la ocasión de descubrirse la placa con su nombre. Presente allí, dijo él sentirse “muy emocionado” con el reconocimiento recibido.