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Amaranto, una alternativa nutricional

Viernes 7 de abril de 2017 / Actualizado el viernes 7 de abril de 2017

En el marco de un Proyecto de Extensión e Interés Social se llevó adelante una charla sobre el cultivo de amaranto y su uso en la alimentación en la sede Reconquista – Avellaneda de la UNL.

El pasado viernes 31 de marzo se realizó una charla a cerca del cultivo de amaranto y su utilización en la alimentación. El Centro Universitario Reconquista – Avellaneda fue el lugar de encuentro entre especialista, docentes, estudiantes, pequeños productores de la zona y la comunidad en general. Organizada por el proyecto de extensión “Promoción de cultivo de amaranto y su aplicación en la alimentación”, en la actividad se demostró el cultivo en cuatro variedades y se degustó una variedad de productos elaborados con harina y pop.

Con el objetivo de promover el cultivo de amaranto y su posterior aprovechamiento nutricional, el equipo extensionista consolida su propuesta en años de trabajo sostenido. Dirigido por Alicia Norma Guibert, el proyecto trabaja en diferentes localidades del Departamento General Obligado: Reconquista, Avellaneda, La Sarita, Victor Manuel, Arroyo Ceibal, La Potasa, Nicanor Molina y zonas aledañas.

Amaranto: una semilla, muchas propiedades

El amaranto es una semilla con variedad de cualidades nutricionales que tiene la peculiaridad de que puede ser cultivado en viviendas particulares. Debido a las propiedades y la practidad para ser incorporado en la elaboración de alimentos, el amaranto se convierte en un ingrediente importante para mejorar la salud nutricional de la población.

Se trata de un pseudocereal, en cuyo valor nutritivo se destaca por sus aminoácidos, proteínas, lípidos, carbohidratos y minerales como el hierro, fósforo, magnesio. En ese registro, el amaranto es propicio para tratar la anemia, al mismo tiempo en que favorece el desarrollo neuronal, muy importante en niños en edad escolar.

Si bien el cultivo de amaranto es poco conocido y arraigado en nuestra zona, es posible encontrarlo en las góndolas en semillas, harinas y como ingrediente en distintos productos elaborados. El cultivo de este pseudocereal podría representar una alternativa para pequeñas familias agrícolas porque compensaría las malas cosechas de otras siembras debido a su corto ciclo de cultivo y su resistencia a las sequías y a las condiciones climáticas de la zona.

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