UNL Noticias

El bioquímico Amadeo Cellino, exvicerrector de la Universidad Nacional del Litoral y exdecano de la Facultad de Bioquímica y Ciencias Biológicas (FBCB), fue homenajeado con la distinción de Santafesino Ilustre por parte del Concejo Municipal. Esta distinción reconoce su destacada trayectoria y sus innumerables aportes a la comunidad santafesina en materia de innovación tecnológica e industrial.
En un recinto totalmente colmado de público, el acto -realizado el 5 de junio pasado- fue encabezado por Adriana Molina, presidenta del Concejo. Estuvieron presentes el rector de la UNL, Enrique Mammarella; el vicedecano de la FBCB, Ricardo Kratje; el exdecano, Eduardo Villarreal; el exrector Juan Carlos Hidalgo; el gerente general del Parque Tecnológico Litoral Centro, Eduardo Matozo, entre otras diversas figuras del ámbito académico y tecnológico. También acompañaron integrantes del personal docente y nodocente de la FBCB, así como familiares y amigos.
En su discurso de apertura, Molina resaltó la importancia de los años de trabajo y desarrollo de Cellino para la Provincia, la Ciudad y en especial para la Universidad. A su turno, Carlos Pereira, concejal y autor de la iniciativa, elogió a Cellino como pionero en la integración de la universidad con el sector productivo, subrayando la importancia del Parque Tecnológico Litoral Centro como una marca distintiva de la ciudad.
Mammarella, por su parte, hizo un recorrido por los años de trabajo y logros compartidos con Cellino, a quien definió como “Maestro”. “Mantenía charlas con un visionario, un líder que te explicaba cómo hacer un país y una universidad mejor. Siempre puso a disposición de la UNL su vida, sus raíces, su experiencia y su conocimiento para el crecimiento de una generación, de la que muchos hoy ocupamos funciones importantes en la Universidad. Siempre fue ejemplo de lealtad, prolijidad y claridad en la misión, sin desviarse de ella, y fue ese compromiso de estar presente siempre. Cellino es un valor muy grande, no solo como vecino de la ciudad, sino como alma mater de una ciudad que quiere ser pujante".
El vicedecano Kratje también se dirigió al público, hablando desde su actual rol de gestión y como investigador. Destacó el respeto que siempre ha generado en todos los estamentos de la FBCB. En esa misma línea, subrayó la importancia del aporte y la visión de Cellino para la evolución de la Facultad en el área de vinculación tecnológica, donde hoy se pueden ver con orgullo la concreción de 10 startups.
Otros discursos del evento, ofrecieron palabras de elogio y agradecimiento por su legado humano y profesional.

El discurso más esperado
Como cierre del acto, Cellino agradeció la distinción y se la dedicó a quienes lo acompañaron a lo largo de su carrera y destacó el proyecto de transformación que impulsó desde la Universidad Nacional del Litoral (UNL), que permitió logros científicos y aplicaciones industriales. En 1992, fue responsable de la incubación de la primera empresa de base Tecnológica en una universidad argentina, ubicada en la Facultad de Bioquímica y Ciencias Biológicas de la UNL: Zelltek. Remarcó la decisión política de Juan Carlos Hidalgo, rector en ese momento, que a pesar de las resistencias internas y externas, apostó por la vinculación con empresas y la investigación aplicada.
“Me siento muy orgulloso de que este Concejo haya decidido que yo puedo recibir esta distinción. Este Proyecto de transformación, que permitió logros científicos destacables y aplicaciones industriales a la investigación que generaron trabajo y riqueza, no se explica sin las decisiones políticas que tomó la Facultad, y que como todo cambio de fondo, fue necesariamente político, no técnico. Exigió un debate interno fuerte sobre el rol de la Universidad y hoy se lo recuerda muy poco, porque el éxito de los resultados convierte en arcaica aquellas posiciones refractarias a la vinculación de las Casas de Estudio con las empresas. Avanzábamos contra la corriente”.
“Mientras un Ministro (Domingo Cavallo) nos mandaba a lavar los platos y pregonaba comprar tecnología del exterior, la Facultad se transformó para educar, pero también para investigar y hacer cosas que le sirvan a la gente, a las empresas. El cambio de paradigma no fue sencillo, era un escándalo, permitir los negocios, obtener ganancias, lo que mueve la producción, podría manchar la sacralidad de las aulas. En la FBCB entonces empezaron a usarse más seguidos términos como transferencia de Tecnológica, investigación para el desarrollo, Incubación de empresas, acuerdos público privado, servicios especializados a terceros, etc. Este proyecto logró los objetivos, están ahí, se pueden ver, son tangibles”

“Sin educación pública no hay Nación”
En su discurso, Cellino también defendió la educación pública, afirmando que sin ella no habría podido realizar sus aportes a la sociedad. "Vengo de un pueblo del interior del norte santafesino, de un hogar de inmigrantes italianos con instrucción mínima, pero que valoraban la educación. Hice la primaria y luego, como no había secundaria, nos trasladamos a Santa Fe. Mis padres dejaron todo e iniciaron una nueva vida; no fue fácil. Después ingresé a la universidad, algo que no habría sido posible sin la educación pública. Por eso, cuando escucho que no hay fondos para sostenerla, pienso en mis padres, de quienes recuerdo sus manos curtidas por el trabajo, que nos decían que la educación era el progreso, ¿qué nos está pasando? No hay nación sin educación pública, porque no hay libertad, derechos, igualdad ni soberanía. Sin educación pública no hay Nación", sostuvo.

Trayectoria de Amadeo Cellino
Amadeo Cellino nació el 15 de julio de 1946 en San Justo, Santa Fe, y se graduó como bioquímico en la UNL en 1976. A lo largo de su carrera, ha ocupado numerosos cargos en la UNL y otras instituciones, destacándose por sus contribuciones en el ámbito de la innovación tecnológica e industrial. Ejerció como Profesor titular ordinario de la Cátedra "Química Analítica II" y ocupó el cargo de Decano en la FBCB durante cuatro períodos. Fue Director del Laboratorio Central de Servicios Analíticos de la Facultad de Ingeniería Química (FIQ), Vicerrector de la UNL durante dos períodos, y Secretario de Ciencia y Técnica. También fue Miembro Fundador y Presidente del Ente Coordinador de Facultades de Farmacia y Bioquímica (ECUAFYB).
Se desempeñó como gerente del Parque Tecnológico del Litoral. Realizó una importante labor de transferencia de tecnología y de servicios altamente especializados a terceros, y fue fundamental en la incubación en la FBCB de Zelltek, la primera empresa de base tecnológica, por lo cual obtuvo el Premio al Tecno Emprendedor del Banco Francés, en reconocimiento a su labor y esfuerzo en beneficio del desarrollo tecnológico de nuestro país. También recibió el Premio Balseiro 2005 a las iniciativas universitarias de vinculación tecnológica.
Fue miembro de numerosas comisiones asesoras, entre ellas: para la formulación del Plan Nacional de Biotecnología, representante del Consejo Interuniversitario Nacional, Foros de Competitividad de la Secretaría de la Pequeña y Mediana Industria (SEPYME), e integrante de la Comisión Área Reactivos de Diagnóstico en representación de las Facultades de Farmacia y Bioquímica de Argentina ante la Administración Nacional de Medicamentos y Tecnología (ANMAT).
Dirigió proyectos de investigación, publicó en revistas especializadas y libros, y formó recursos humanos en el área de su competencia.