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El próximo sábado 24 a las 21 se presentará una de las últimas 3 funciones de la Comedia UNL 2016 “Amado y perdido”, escrita y dirigida por Lucas Ranzani en la Sala Maggi del Foro Cultural UNL, 9 de julio 2150. La producción es el resultado de la Convocatoria 2016 “Espacio de Representación” impulsada por la Secretaría de Cultura de la UNL y realizará  dos presentaciones más el 1º y 8 de julio. Las entradas costarán $100 generales y $80 para estudiantes y jubilados.

Adría Cáceres es actor y forma parte del grupo teatral santafesino Nada de los rusos con el que participó en obras como “Marversión de amor (será tu sonrisa)”. Hoy, es parte del elenco de la Comedia UNL 2016 junto a Julieta Vigo, Raúl Kreig, Carolina Cano, Noelia Nescier y Selma López. En el marco del final de la temporada 2017 de la obra, el actor habla sobre su personaje y su compleja personalidad y su vinculación con la obra.

-¿Cómo es tu personaje?

-Interpreto a  Silvio, un soltero de unos cuarenta y tantos que durante el transcurso de la obra va develando una personalidad bastante compleja y extraña. Es un hombre muy familiarizado con el mundo de las redes sociales al punto tal de crearse numerosa cantidad de perfiles. Él mismo se define como un fake (persona con perfiles falsos) y desde esa postura trata de relacionarse con las personas y especialmente con las mujeres que les gusta para engañarlas.

-¿Cuál es la particularidad de Silvio?

-Durante la obra el personaje va mostrando algunas de sus extrañas conductas. Una de ellas es la de tener comportamiento de cross-dresser, es decir, le gusta vestirse de mujer en situaciones de intimidad. En esas ocasiones, él se convierte en Silvia y se hace pasar por la hermana de su personaje. Es un ida y vuelta constante que devela que Silvio representa lo temerario y lo sorpresivo que resulta conocer personas en las redes sociales que frecuenta

-¿Cómo ensamblaste persona y personaje?

-Al personaje lo fui construyendo en el proceso de los ensayos  con las sugerencias de Lucas (Ranzani). Fue un proceso muy interesante en el que tuve que componer la estructura de un hombre con una personalidad así de extraña y meterme en su cabeza para investigar desde mi perspectiva cómo es el mundo de las personas con estas conductas. Dista mucho de lo que soy en la vida real pero creo que en la actuación jugamos todo el tiempo a ser otro recurriendo a lo que observamos respecto de nuestras vivencias y sentimientos. Prestamos la voz y el cuerpo, y por eso considero que Silvio seguramente tiene cosas mías.

-¿Cómo reacciona el público ante la historia?

-Al comienzo de la obra el público se ríe seguramente porque se siente reflejado en las situaciones que muestra Lucía, la protagonista. Luego la historia se va poniendo más densa y oscura y la conducta de quienes están en la sala cambia hacia la intriga y el misterio. Lo cierto es que lo que se cuenta en la obra le puede pasar a cualquiera en la vida real. La búsqueda del amor, la soledad, la ilusión de encontrar a alguien son temas muy reales pero obviamente es una ficción contada en forma de thriller atravesado por el misterio.