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En el marco de los festejos por los 10 años del Foro Cultural de la UNL, Andamio Contiguo, uno de los tres grupos que junto a Recua y La gorda Azul será parte de la programación de Convite Escénico y también está de cumpleaños y sopla 25 velitas de trayectoria. Aquí, Norma Cabrera cuenta sobre el

“Estado inestable”, es la breve performance que propone Andamio Contiguo y se presentará en la Sala Maggi. El grupo que celebra sus “bodas de plata” está integrado por Daniela Arnaudo, Norma Cabrera, Silvia Debona, Cecilia Mazzetti y es un colectivo artístico dedicado desde 1992 a la creación, formación, investigación y publicación en el ámbito de las artes performáticas. En esta nota dialogamos con Norma Cabrera para adelantar la fiesta que se vendrá el próximo 15 de septiembre desde las 19 hs.

-¿Cómo es vivir el cumpleaños número 25 y festejarlo junto a Foro Cultural en el marco del “Convite escénico”?

- Asombra. La cantidad de años, digo... ¡parece mentira! Arrancamos en el '92 en el sótano de la Casa de la Cultura con “Prosumo”, nuestra primera obra. Texto propio, mucho interés en que todos los lenguajes artísticos estuvieran cuidados, control dentro del equipo de todos los aspectos de la puesta en escena. Y así seguimos, en verdad, siempre. Con mayor o menor fortuna, pero esa actitud estuvo siempre presente, en las veintipico de obras que llevamos estrenadas. Como un sello, o nuestro rasgo de estilo supongo. Por algo no nos presentamos como grupo de teatro, siempre dijimos que somos un “colectivo artístico”. En cuanto al “Convite escénico” es una oportunidad mágica. Le dábamos muchas vueltas al festejo, no sabíamos bien qué hacer porque hace unos años que estamos pegando una especie de volantazo en la dinámica del grupo. El Foro se ha convertido en nuestra casa desde que abrió sus puertas, festejar con ellos y a partir de una invitación nos dio la excusa perfecta para obligarnos a proponer otro tipo de trabajo, que rompe un poco con el contrato de la convención teatral y se acerca directamente a la performance.

-La performance que presentan es un estreno que realizaron para este Convite Escénico ¿Cuál es la temática que aborda la propuesta que nos brindará "Estado inestable”?

-La verdad que la cosa viene de metalenguaje, digamos. Es nuestra propia vulnerabilidad lo que vamos a poner en escena. Sin personajes protectores, un salto al vacío, nada de red. Con un “video performance” de soporte, para que esto que nos estamos preguntando sobre el arte, o la vida, pueda compartirse desde el lenguaje de lo simbólico. No hay historia, ni cuentito. Somos cuatro mujeres, nosotras, ahí en escena una vez más, como desde hace veinticinco años atrás en tantas oportunidades. Dónde ingresa nuestra inestabilidad en este contexto, donde el Estado no ayuda para nada y no hace otra cosa que sacarnos constantemente el suelo de debajo de los pies ¿no? El título tiene ese doble juego desde el vamos, aunque no se haga hincapié en eso. También vamos a aprovechar para preguntarnos, por supuesto, dónde está Santiago Maldonado.

-¿Cómo pensaron la puesta en escena, la representación, intervienen objetos que hayan tenido que preparar o buscar para la muestra?

- Necesitábamos butacas. Es “el” elemento del trabajo y las precisábamos con tiempo para la filmación. Nuestras agendas están tan locas como las de todos en estos días y teníamos muy pocas posibilidades de juntarnos a filmar, así que era una carrera contra reloj. Nos habíamos resignado a trabajar con sillas, que había sido la primera imagen, pero la butaca era mucho mejor para lo que queremos decir y bueno, no es algo que abunde por ahí a disposición. Habíamos averiguado en el ISCAA y nada. Ya nos resignábamos cuando un par de días antes de filmar se nos ocurre salir a la terraza del Foro, pegadita a la Sala Maggi. ¡Ahí estaban, esperándonos! ¡Y el Foro necesitaba desprenderse de ellas! Fue muy loco

-¿Cuál creen que es la importancia del rol que tiene el Foro Cultural dentro de la vida cultural y artística santafesina?

-Oxígeno. Es como un gran bosque, que no para de abrir espacios, de estimular, de aceptar la diversidad estética, de ajustar sus propuestas. Quiero decir, no se recuesta en su propia tradición, que ya es rica y vasta, algo que podría hacer tranquilamente. No. Se desafía, sube la apuesta. Eso es de agradecer. Profundamente. Eso es algo que el campo artístico necesita siempre, a gritos, y es muy difícil que una institución lo proponga. Por eso es tan importante darse cuenta que cuando algo así pasa es por la calidad de la gente que lleva las cosas adelante. Porque las instituciones pueden ser mecanismos voraces, anquilosados, burocráticos. Pero ese no es el caso del Foro, sino que él se siente como una casa porque desde la primera a la última persona con las que trabajás ahí adentro pone el lomo, tira para adelante y quiere que las cosas salgan bien, lo mismo que querés vos. Se trabaja con amor ahí, y eso se nota.