La Universidad Nacional del Litoral es producto de la movilización de diversos sectores de la sociedad santafesina y de la región. A comienzos de la década de 1910, se profundizaron las críticas a la orientación tradicional de la enseñanza que brindaba la Universidad Provincial de Santa Fe –creada en 1889- por parte de un conjunto de actores de diversas procedencias, que se manifestaron a favor de la creación de una nueva Universidad: estudiantes, profesores, periodistas, dirigentes políticos, librepensadores, miembros de la masonería.
Al mismo tiempo, se producían a nivel nacional hechos significativos como la reforma política de 1912; la llegada del radicalismo al gobierno en 1916; y la Reforma Universitaria de 1918, impulsada por el ideario de una universidad democrática, laica, estatal, organizada a partir de los principios de autonomía, cogobierno, libertad de cátedra, extensión universitaria y acceso a la docencia a través de concursos públicos.
En ese contexto se creó la UNL y posteriormente la Universidad Nacional de Tucumán, que se sumaron a las ya existentes de Buenos Aires, Córdoba y La Plata. La UNL fue creada el 17 de octubre de 1919, por Ley Nº 10.861; con una clara vocación regional, que extendía su acción a las provincias de Santa Fe, Entre Ríos y Corrientes.
Un edificio propio
Desde sus orígenes, la UNL proyectaba su edificio propio, en el marco de un proceso de modernización de la ciudad de Santa Fe, que iba dejando atrás su perfil colonial.
Hasta comienzos del siglo XX, la mayoría de los edificios de institucionales públicos y privados, estaban concentrados en las inmediaciones de la Plaza 25 de Mayo, en sedes que por lo general no habían sido construidas para su función.
Poco a poco, las instituciones educativas comenzarían a construir espacios, con características específicas para su tarea: la Escuela Industrial Superior, entre 1905 y 1907; el nuevo edificio para el Colegio Inmaculada Concepción, entre 1905 y 1915; y las Escuelas Juan José Paso y Manuel Belgrano, que se edificaron a partir de 1915.
La manzana ubicada en la intersección de Bulevar Pellegrini y las actuales calles San Jerónimo, 9 de Julio y Cándido Pujato era por entonces el extremo norte del área urbana consolidada. La elección del predio para construir la sede del rectorado y la FCJS, respondió a la decisión de acompañar la expansión de la ciudad hacia ese sector; así como también a condiciones funcionales y estéticas; y a la proximidad con la Escuela Industrial que también alojaba a la Facultad de Ingeniería Química, creada en el mismo año que la Universidad y cuyo edificio se construyó entre 1922 y 1929.
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Sobre la piedra fundamental –colocada en octubre de 1926- se construyó el edificio que contiene los espacios para el funcionamiento de los principales órganos de la UNL y la Facultad de Ciencias Jurídicas y Sociales.
Es la primera sede para la máxima autoridad de una universidad nacional, construida en el país con posterioridad a la Reforma de 1918.