Camino a cumplirse 20 años de realizarse las JIJE, reflexionamos acerca del futuro. En un mundo de ritmos acelerados e inciertos, donde las expectativas sobre procesos económicos, sociales y culturales parecen haber perdido la línea volviéndose cada vez más difíciles de comprender y asimilar, es (al menos) desafiante proyectar los próximos veinte años. En este contexto, nos encontramos para marcar un nuevo ritmo, registrando las exigencias globales en torno al desarrollo sostenible, y proponemos repensar el lugar de las personas como emprendedoras en la sociedad. Esto resulta crucial para ser parte del cambio en el corto plazo y  aportar  claridad en la búsqueda de caminos superadores.

Emprender es una disciplina, capaz de ser aprendida, y capaz de ser practicada, es ahí donde quienes emprenden registran la oportunidad para explotar el cambio desde la innovación como herramienta.

Sabemos que las comunidades en las cuales las personas desarrollan sus competencias emprendedoras, sea cual sea su espacio de actuación, tienen más posibilidades de generar iniciativas y proyectos innovadores para dar alternativas a las necesidades colectivas (incluso globales). Pensar y movernos en esta materia nos muestra que este desarrollo aporta positivamente en lo económico, contribuye a la mejora de los procesos socioculturales y concientiza sobre el impacto ambiental.

Con todo lo dicho, emprender no sólo se traduce en crear empresas sino en marcar el ritmo de los procesos de cambio en diferentes espacios y tiempos de la sociedad. Así, resulta clave facilitar las herramientas que las personas necesitan, haciendo foco en el fortalecimiento de ecosistemas que propicien el desarrollo pleno y en comunidad.
Las JIJE son parte de la gran maquinaria que nos moviliza a quienes apostamos por el desarrollo de competencias emprendedoras para la mejora en la sostenibilidad. Descubramos nuestro propósito emprendedor.