82 aniversario de la Universidad del Litoral
Lunes 15 de octubre de 2001
Se conmemora un nuevo aniversario de la creación de la UNL. En octubre también se festeja el aniversario de la creación de la Universidad de Santa Fe sobre cuyas bases se asienta la UNL. Un homenaje a los universitarios que proyectaron esta distinguida institu
La Universidad Nacional del Litoral conmemora esta semana otro aniversario de su creación. El 17 de octubre de 1919 el entonces Presidente de la Nación Hipólito Irigoyen sancionaba la Ley de Creación de la UNL, fruto de un proceso de siete años de luchas promovidas fundamentalmente por el movimiento estudiantil y por la generación política e intelectual vinculada a la democratización del país. Tanto los estudiantes, como los gobernantes y legisladores presentaron proyectos y protagonizaron gestiones, debates y mitines tendientes a concretar la anhelada institución nacional.
Desde muy temprano, la ciudadanía santafesina comprendió la importancia de la educación asociada al desarrollo, el bienestar y la integración de nuestra región, contando nuestra provincia desde el siglo XVIII con escuelas, estudios y cursos de formación superior de reconocimiento nacional.
La UNL fue fundada sobre la base de la Universidad de Santa Fe, institución provincial creada por el gobernador José Gálvez en 1889, que contaba con una Facultad de Derecho y una de Farmacia y Obstetricia, y de cuyos claustros surgirá el movimiento renovador que promoverá su radical transformación. La pelea por la nacionalización de los títulos y el reconocimiento de la formación académica se transformará al iniciar el nuevo siglo en un reclamo por la nacionalización de la propia universidad, tal lo sucedido con las Universidades de Córdoba y La Plata. Este giro se plantea en el marco de un clima político y social especial, asociado al movimiento democratizador de principios del siglo XX y que otorga a la juventud un protagonismo particular.
En 1912 se conforma una Comisión presidida por Alejandro GrÁƒ¼ning Rosas e integrada por Gabriel Del Mazo, que propone la nacionalización de la Universidad Provincial y la conformación de una Universidad de alcance regional. En 1916 se reúne en la sede de la Biblioteca Cosmopolita un Comité Popular Pro-Universidad Nacional del Litoral, quien delega en el ex-gobernador Manuel Menchaca las gestiones frente al gobierno nacional. Se generan varios proyectos de diputados santafesinos para la creación de la Universidad, pero sólo el del diputado Jorge Rodríguez contempla el modelo de Universidad regional que pretendían los santafesinos. La Federación Universitaria de Santa Fe, conformada en 1918, entrevista al Presidente Irigoyen y, ese mismo año, logra el aval del Primer Congreso de Estudiantes Universitarios reunido en Córdoba, que considera impostergable la decisión de crear la UNL.
Finalmente, la Universidad es creada en 1919 tras arduos debates en el Congreso Nacional, traduciendo las distintas posturas en torno al significado y el perfil de la educación superior.
Por otro lado, la UNL nace como una experiencia novedosa y única: es una universidad regional, ya que abarcaba escuelas e institutos asentados en las ciudades de Santa Fe, Paraná, Rosario y Corrientes. Desde su origen, la UNL pretendió incorporar a todos los sectores vinculados a la educación y la cultura superior de la región e impulsar una autónoma y enriquecedora articulación con las provincias del Litoral. La UNL comprendía entonces dos Facultades en Santa Fe: de Ciencias Jurídicas y Sociales, y de Química Industrial y Agrícola, y la Escuela Industrial anexa; tres Facultades en la ciudad de Rosario: Ciencias Médicas, Farmacia y Ramos Menores, Ciencias Matemáticas, Físicas y Naturales, y la Facultad de Ciencias Comerciales, Económicas y Políticas y su Escuela Comercial anexa. En Paraná funcionaría la Facultad de Ciencias Económicas y Educacionales y la Escuela Normal, y en Corrientes la Facultad de Agricultura, Ganadería e Industrias Afines. No pocas fueron las críticas y las dificultades que debieron superar los primeros universitarios para poder alcanzar tan ambicioso objetivo: “coordinar la labor de todas las facultades mediante un nexo moral e intelectual que forjara el alma de la Universidad”, en palabras de Pedro E. Martínez, primer rector electo. Por ello deben destacarse aquellas figuras como Martínez, Rafael Araya, Augusto Morisot, Horacio Damianovich y Josué Gollán, primeros rectores elegidos democráticamente mediante diferentes y disputados mecanismos de participación estudiantil y docente en el gobierno de la universidad. Fueron ellos quienes forjaron nuestra institución, hicieron posible su construcción y sentaron las bases de un impresionante desarrollo cultural, educativo y científico con reconocimiento internacional.
Ya en 1940, la entonces pujante UNL recupera esta historia y hace un merecido homenaje al vincular la vieja casa de Gálvez con la nueva Universidad, destacando la continuidad histórica de ambas instituciones y su influencia en la evolución de los estudios superiores de la región, más allá de las profundas transformaciones que se dieron lugar en su seno. Publica tres tomos especiales de su prestigiosa revista “Universidad”. Además, ambos aniversarios cuentan con algunas sugerentes coincidencias. Más allá de nombres que se repiten, la Universidad de Santa Fe es creada por la Ley Provincial del 16 de octubre de 1889; la Universidad del Litoral lo será por la Ley Nacional 10.861, del 17 de octubre de 1919. La Universidad de Santa Fe es puesta en funcionamiento el 30 de abril de 1890; la UNL es inaugurada oficialmente el 17 de abril de 1922. La piedra fundamental del edificio destinado a la Universidad Provincial será colocada junto a la piedra fundamental del edificio sede de la UNL, el 23 de octubre de 1926, en un claro reconocimiento a un proceso social que articula a estas dos instituciones, que han hecho historia de la educación superior de nuestro país.
Desde muy temprano, la ciudadanía santafesina comprendió la importancia de la educación asociada al desarrollo, el bienestar y la integración de nuestra región, contando nuestra provincia desde el siglo XVIII con escuelas, estudios y cursos de formación superior de reconocimiento nacional.
La UNL fue fundada sobre la base de la Universidad de Santa Fe, institución provincial creada por el gobernador José Gálvez en 1889, que contaba con una Facultad de Derecho y una de Farmacia y Obstetricia, y de cuyos claustros surgirá el movimiento renovador que promoverá su radical transformación. La pelea por la nacionalización de los títulos y el reconocimiento de la formación académica se transformará al iniciar el nuevo siglo en un reclamo por la nacionalización de la propia universidad, tal lo sucedido con las Universidades de Córdoba y La Plata. Este giro se plantea en el marco de un clima político y social especial, asociado al movimiento democratizador de principios del siglo XX y que otorga a la juventud un protagonismo particular.
En 1912 se conforma una Comisión presidida por Alejandro GrÁƒ¼ning Rosas e integrada por Gabriel Del Mazo, que propone la nacionalización de la Universidad Provincial y la conformación de una Universidad de alcance regional. En 1916 se reúne en la sede de la Biblioteca Cosmopolita un Comité Popular Pro-Universidad Nacional del Litoral, quien delega en el ex-gobernador Manuel Menchaca las gestiones frente al gobierno nacional. Se generan varios proyectos de diputados santafesinos para la creación de la Universidad, pero sólo el del diputado Jorge Rodríguez contempla el modelo de Universidad regional que pretendían los santafesinos. La Federación Universitaria de Santa Fe, conformada en 1918, entrevista al Presidente Irigoyen y, ese mismo año, logra el aval del Primer Congreso de Estudiantes Universitarios reunido en Córdoba, que considera impostergable la decisión de crear la UNL.
Finalmente, la Universidad es creada en 1919 tras arduos debates en el Congreso Nacional, traduciendo las distintas posturas en torno al significado y el perfil de la educación superior.
Doble condición: reformista y regional
La UNL cuenta con una trayectoria muy especial y una doble condición de vida. Por un lado, se la considera hija del movimiento reformista que en 1918 proclamó al país y a toda América Latina sus ideas de comunidad universitaria libre y abierta, políticamente autónoma, socialmente comprometida y garante del carácter estatal de la educación superior. Como dice el propio Josué Gollán, uno de los rectores más destacados de la casa de altos estudios, “la UNL nace por el empeño de hombres de tendencias liberales y renovadoras y del entusiasmo de la juventud de Santa Fe y del Litoral. La Universidad no fue fruto de simple iniciativa gubernativa. Fue resultado de un fuerte movimiento liberal promovido por intelectuales apoyados por las fuerzas vivas de Santa Fe, Rosario y Paraná, y en el que los estudiantes tuvieron un papel predominante”.Por otro lado, la UNL nace como una experiencia novedosa y única: es una universidad regional, ya que abarcaba escuelas e institutos asentados en las ciudades de Santa Fe, Paraná, Rosario y Corrientes. Desde su origen, la UNL pretendió incorporar a todos los sectores vinculados a la educación y la cultura superior de la región e impulsar una autónoma y enriquecedora articulación con las provincias del Litoral. La UNL comprendía entonces dos Facultades en Santa Fe: de Ciencias Jurídicas y Sociales, y de Química Industrial y Agrícola, y la Escuela Industrial anexa; tres Facultades en la ciudad de Rosario: Ciencias Médicas, Farmacia y Ramos Menores, Ciencias Matemáticas, Físicas y Naturales, y la Facultad de Ciencias Comerciales, Económicas y Políticas y su Escuela Comercial anexa. En Paraná funcionaría la Facultad de Ciencias Económicas y Educacionales y la Escuela Normal, y en Corrientes la Facultad de Agricultura, Ganadería e Industrias Afines. No pocas fueron las críticas y las dificultades que debieron superar los primeros universitarios para poder alcanzar tan ambicioso objetivo: “coordinar la labor de todas las facultades mediante un nexo moral e intelectual que forjara el alma de la Universidad”, en palabras de Pedro E. Martínez, primer rector electo. Por ello deben destacarse aquellas figuras como Martínez, Rafael Araya, Augusto Morisot, Horacio Damianovich y Josué Gollán, primeros rectores elegidos democráticamente mediante diferentes y disputados mecanismos de participación estudiantil y docente en el gobierno de la universidad. Fueron ellos quienes forjaron nuestra institución, hicieron posible su construcción y sentaron las bases de un impresionante desarrollo cultural, educativo y científico con reconocimiento internacional.
La Universidad de Santa Fe
Probablemente pueda atribuirse al movimiento estudiantil la estricta separación que se operó entre la nueva universidad respecto de la vieja institución provincial, consolidando en un solo movimiento el quiebre entre dos proyectos político-institucionales y dos visiones ideológicas acerca del rol de la educación superior. Pero es injusto desconocer lo mucho que la Universidad de Santa Fe aportó a los nuevos universitarios, que desde allí postularon su transformación. Tampoco es legítimo dejar en el olvido el espíritu liberal y progresista de su fundador y primer rector, José Gálvez, quien decía que la universidad debía ser “el hogar común de la inteligencia entre nosotros, como el palenque siempre abierto donde todo ideal científico, toda controversia y toda especulación encuentren su estímulo y su teatro”.Ya en 1940, la entonces pujante UNL recupera esta historia y hace un merecido homenaje al vincular la vieja casa de Gálvez con la nueva Universidad, destacando la continuidad histórica de ambas instituciones y su influencia en la evolución de los estudios superiores de la región, más allá de las profundas transformaciones que se dieron lugar en su seno. Publica tres tomos especiales de su prestigiosa revista “Universidad”. Además, ambos aniversarios cuentan con algunas sugerentes coincidencias. Más allá de nombres que se repiten, la Universidad de Santa Fe es creada por la Ley Provincial del 16 de octubre de 1889; la Universidad del Litoral lo será por la Ley Nacional 10.861, del 17 de octubre de 1919. La Universidad de Santa Fe es puesta en funcionamiento el 30 de abril de 1890; la UNL es inaugurada oficialmente el 17 de abril de 1922. La piedra fundamental del edificio destinado a la Universidad Provincial será colocada junto a la piedra fundamental del edificio sede de la UNL, el 23 de octubre de 1926, en un claro reconocimiento a un proceso social que articula a estas dos instituciones, que han hecho historia de la educación superior de nuestro país.