El objetivo de este apartado es construir una primera perspectiva de observación para considerar los textos propios y ajenos. Una perspectiva que permita comprender que la actividad humana es una actividad de lenguaje, que se organiza en discursos y produce textos que mediatizan las actividades sociales.

Se han preguntado alguna vez ¿qué significa “saber leer”?, ¿qué conocimientos son necesarios para leer?, ¿cómo se aprende a leer? y, en definitiva, ¿qué trabajo es este de leer? Para responder a estas preguntas se podrían seguir diferentes caminos; explicar las metodologías con las cuales se enseña a leer o intentar recordar cómo aprendimos en los primeros años de la escuela primaria. Sin embargo, es preciso pensar que no se aprende a leer de una vez y para siempre. En ese caso, estaríamos comenzando a reflexionar acerca de la complejidad que supone leer, es decir, podemos comprender que existen diversos tipos de lectura y diferentes momentos para aprender a leer.

Es fundamental abordar el tema de la explicación, tal como lo propone Bajtin (1979) en la cita inicial, en el contexto que nos interesa: la comunidad discursiva académica. Esta perspectiva nos permitirá revisar la actitud con que nos enfrentamos a la lectura y producción de textos explicativos.

Todo buen lector es, de alguna manera, un escritor. Esta afirmación puede parecer extraña y tal vez, contradictoria. ¿Siempre que se lee se escribe? Bueno, creemos que toda “buena” lectura supone una respuesta a un texto, en ocasiones no escribimos sobre los textos que leemos o no lo hacemos en el momento de la lectura. Sin embargo, antes o después, en algún momento realizamos algún tipo de actividad de escritura en la que, de una manera u otra “aparece” el texto que hemos leído.

El día 16 de junio de 1978, Jorge Luis Borges diserta en la Universidad de Belgrano sobre el cuento policial. En un momento de la conferencia plantea un problema: afirma que el lector de ficciones policiales ha sido modelado a partir de la lectura de los textos de Poe. Luego abre un juego en el que hipotetiza respecto del comportamiento de un lector puesto en situación de leer el Quijote desde el encuadre del género policial.

La elección de una carrera universitaria pone en juego distintas y múltiples expectativas, muchas de las cuales están en relación con las ideas construidas sobre la cultura universitaria. Quien inicia, en muchos casos, tiene más incertidumbre sobre los conocimientos determinados y sus desarrollos, que respecto de las posibles futuras ocupaciones profesionales; a esta situación, más próxima a problemas de comprensión y a prácticas que a la información disponible, se suman las dudas sobre los contenidos específicos.

En este apartado presentamos algunas reflexiones acerca de las relaciones entre el Derecho y el lenguaje. Quizás resulte extraño comenzar los estudios de abogacía de esta manera, sin embargo, esta extrañeza puede disiparse si se tiene en cuenta que toda ciencia, tanto en sus aspectos teóricos como prácticos (en el informe de observaciones, la formulación de leyes, la construcción de teorías) supone el lenguaje como material de trabajo.

En esta unidad presentamos algunas ideas orientadas especialmente a los alumnos que quieren ingresar a carreras de ingeniería u otros trayectos de formación donde la matemática, la física o la química son áreas de conocimiento centrales. Si bien estos campos del saber están desarrollados, según la carrera de que se trate, como ciencias más básicas o más aplicadas, en general son discursos que, por la naturaleza de los objetos de estudio que abordan, presentan características particulares y diferentes de los de las ciencias sociales o humanas.

Sintéticamente, podemos señalar que estos discursos se ubican más cerca del polo explicativo que del argumentativo y pretenden plantear razonamientos más o menos teóricos  que buscan que el lector “comprenda”, por ejemplo, qué leyes u operaciones se ponen en juego en determinado proceso, por qué se produce tal fenómeno, cómo se identifica un determinado objeto natural o abstracto , entre otras cuestiones que, casi siempre, refieren a visiones unívocas que no permiten discusión ni dan lugar a distintas interpretaciones o puntos de vista por parte del lector.

La idea es que en este espacio puedas continuar analizando los contenidos abordados en las Unidades 1, 2, 3 y 4 desde una perspectiva más enfocada al campo ingenieril, por eso te proponemos trabajar dos aspectos ya vistos anteriormente de modo más general: la lectura y la escritura.

Luego te señalaremos algunas de las actividades transversales a todo el curso que consideramos productivas para las actividades de lectura y escritura a lo largo de la carrera que has elegido.

En los siguientes enlaces nos enfocaremos en describir “La compleja tarea de leer un texto académico” (T1), con el objetivo de mostrar que la comprensión de un texto de ciencia en la universidad  implica exigencias nuevas y diferentes para el alumno ingresante. En este sentido, analizaremos rasgos preponderantes del modo en que se estructura y organiza internamente la información de los escritos académicos que circulan en nuestras carreras. Luego, observaremos cómo se manifiestan tales convenciones en dos ejemplares concretos, uno de química (T2) y otro de matemática (T3). Estas observaciones refieren a textos que han sido escritos por expertos de esos campos y presentan las características de escritura típica de dichas disciplinas. Finalmente, presentamos una breve conclusión (T4) que integra las observaciones realizadas sobre ambos discursos.

A continuación abordaremos aspectos relacionados con el proceso de escritura de un texto académico. Para ello, en primer lugar, y a través del T5 (“Cómo elaborar un informe de lectura”), analizaremos las características que deben considerarse en la escritura de un tipo genérico de uso habitual en las distintas carreras dentro de la comunidad universitaria: el informe de lectura, distinguiéndolo de un resumen y según se trate de informe centrado en el contenido del texto (qué expresa) o en los recursos y estrategias lingüísticas presentes en dicho texto (cómo lo expresa). En segundo lugar, mediante el T6 (“El desafío de escribir un texto académico”), observaremos aspectos fundamentales que deberás atender para iniciarte en este tipo de prácticas escriturales que incluyen tanto la planificación como la redacción propiamente dicha de los primeros informes de lectura o de otros textos que necesites elaborar. Sobre el final de este documento, te proponemos una actividad de cierre que implica poner en juego los conceptos presentados.

Ahora te proponemos que ingreses a la sección “Leer como escritores y escribir para lectores”  y te enfoques en las actividades allí sugeridas que te permitirán afirmar las lecturas anteriores y comprobar si has comprendido esos distintos aspectos más teóricos sobre la lectura y la escritura en la Universidad .

Si bien todas las actividades resultan muy productivas, creemos que para tus intereses te serán de mucha utilidad las actividades 2 (sobre el contexto de producción), 4 (sobre voces ajenas), 5 (sobre modalizaciones), 7 (sobre distintos pasos en la elaboración de un resumen) y 9 (sobre justificación de respuestas en exámenes).

Ahora te proponemos que ingreses a la sección “Leer como escritores y escribir para lectores”  y te enfoques en las actividades allí sugeridas que te permitirán afirmar las lecturas anteriores y comprobar si has comprendido esos distintos aspectos más teóricos sobre la lectura y la escritura en la Universidad .

Si bien todas las actividades resultan muy productivas, creemos que para tus intereses te serán de mucha utilidad las actividades 2 (sobre el contexto de producción), 4 (sobre voces ajenas), 5 (sobre modalizaciones), 7 (sobre distintos pasos en la elaboración de un resumen) y 9 (sobre justificación de respuestas en exámenes).

1) Federico Kukso: Secretos íntimos del cerebro lector. En Revista Ñ, octubre de 2013.

2) Juan Pablo Vittori: Gutenberg 2.0. En Revista Exactamente, Nro. 49, junio de 2012.

3) José Miguel Viñas: Los cielos velazqueños. En Revista digital “CONEC. Divulgación e investigación”, septiembre de 2013

4) Bernardo Kliksberg: La discriminación de género en acción. En Diario Página 12, Contratapa, 18 de marzo de 2015

5) Sergio Pujol: Los caminos de la cumbia. En Revista Todavía Nº 13, abril de 2006.

6) D. Torres, T. Capote: Agroquímicos un problema ambiental global: uso del análisis químico como herramienta para el monitoreo ambiental en Ecosistemas. Revista Científica de Ecología y Medio Ambiente Nº 13, septiembre de 2004.

7) Dossier: Conocimiento científico: ¿es objetivo o es una construcción social?  en EXACTAmente 47, p.21.

8) Bonfanti, Fernando A.: La incorrecta gestión de los residuos sólidos urbanos y su incidencia en la calidad de vida de la población de Resistencia. UNNE, Comunicaciones Científicas y Tecnológicas, 2004.

9) Mendivil, Julio: En contra de la música. Herramientas para pensar, comprender y vivir las músicas. Buenos Aires: Gourmet Musical Ediciones.

10) Fuller, Lon: El caso de los exploradores de cavernas. Buenos Aires: Abeledo-Perrot, Ed. 2002.

11) Einstein, A. (1902): «Comentarios sobre el trabajo de P. Hertz: ‘Sobre los Fundamentos Mecánicos de la Termodinámica'» en Annalen der Physik 9: 425 y 11 (1903):176.

12) Einstein, A. e Infeld, L. (ed 2004): La Física, aventura del pensamiento. Buenos Aires: La Página S.A. y Losada S.A. Traducción de Rafael Grinfeld.

13) Locatelli, G. (2014): «Análisis de las normativas de verificación de sistema de estado parcelario en el Distrito Norte de la provincia de Santa Fe« en Revista Agrimensura Nº 37.

14) «Descubren la relación entre la topografía y los terremotos» en SINC La ciencia es noticia. España, 2013.

15) Revista Technology & More Nº 2011-1. Dayton, OH.