Esta nueva obra se inscribe en un proceso de planificación de UNL que ya en el año 2000, con el Plan de Desarrollo Institucional y el Programa Milenium, señalaba a la Ciudad Universitaria de Santa Fe “como el campo de destino para nuevos proyectos”. En ese marco territorial se desplegó el crecimiento planificado de la Universidad con obras como el Predio y el Hotel UNL-ATE, el aulario Cubo, el Centro de Simulación de FCM, las residencias estudiantiles y el área de expansión de 6 hectáreas refuladas sobre el sector Este de Ciudad Universitaria con edificios del CONICET y PTLC.
Así, las obras de UNL contribuyeron a consolidar el área, identificada como una zona de Equipamiento Especial en el Reglamento de Ordenamiento Urbano de la Municipalidad en el que se establece la localización de edificios, equipos o instalaciones necesarias para el desarrollo y el sostenimiento de la actividad urbana, en este caso, para educación, recreación, investigación y transferencia tecnológica.
De este modo, el nuevo Aulario de UNL se integra al sector urbano en convivencia y equilibrio entre las áreas naturales y construidas. Se brinda a la ciudad a partir de una plaza pública que se incorpora a la Costanera Este y se constituye como el acceso principal al edificio marcando una transición gradual entre el espacio público, el semipúblico y el privado. Además del sector de aulas, dispuesto en dos plantas, el segundo sector de carácter semipúblico lo constituye un importante espacio semi-cubierto de hall, un SUM con capacidad para 300 personas y un área de apoyatura de servicios. De esta manera posibilitará, con total independencia, la realización de actividades culturales, académicas y de extensión sin la afectación del sector específico de aulas.